Wednesday, 24 de April de 2024


De la Reina de la Radio a la Reina de la Intolerancia: vivir sin el Ta’ Carbón de Nay Salvatori




Escrito por  Arturo Rueda
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En algún punto de su monólogo del Ta’ Carbón, donde a su particular estilo explicaba “por qué naco es chido”, ofreció su veredicto final. “Es bien chido ofender a la gente en Twitter o en la radio”. Así, literal. Nada que discutir ni debatir con quien piensa así. Allá de quien desee seguir siendo su radioescucha. Y allá de la empresa radiofónica que permite el impulso del discurso del odio en un programa dirigido para jóvenes

Escribí ayer que difícilmente Nay Salvatori perdería radioescuchas con su lance fallido al hacer de la violencia de género uno de los “pastelazos” de su programa. Me equivoqué. Con dos o tres excepciones, la comunidad tuitera poblana tuvo una reacción genuina y censuraron absolutamente la irresponsabilidad de la locutora estrella de EXA al suplantar la identidad de una doctora del IMSS y exhibir, sin mencionar que estaba al aire, a una mujer golpeada, además de insultarla llamándola “cobarde” y “falta de ovarios” por no denunciar al marido. Pero Salvatori cometió ayer un error más grave: para esquivar las críticas, decidió aplicar un bloqueo masivo a todos los usuarios que hacían referencia al tema, bien posteando notas al respecto, la columna que escribí ayer o incluso interrogándola directamente. Ella, una tuitstar poblana, aplicó censura en su hábitat natural.

 

 

No fue el único error. Se regodeó, además, en la censura, quien se dice defensora de la libre expresión. Los reclamos de tuiteros que habían sido bloqueados comenzaron a multiplicarse. En su cuenta oficial @NaySalvatori escribió “Dios jajajaj he bloqueado hoy como a 200 o mas jajajaj ya hasta parece juego de #candycrush q divertido” a las 13:28. Luego, “nunca había bloqueado a tantas manas al mismo tiempo” a las 13:30. ¿Homofóbica? Yo fui uno de los bloqueados por hacerle una crítica respetuosa ayer, en el que por cierto alabé su creatividad y estilo irreverente. Solamente le pedí que no la confundiera con irresponsabilidad.

 

 

Llegó el momento de su programa, donde esperábamos una respuesta a la avalancha de cuestionamientos. No la hubo, aunque sí varias indirectas de la locutora. En algún punto de su monólogo del Ta’ Carbón, donde a su particular estilo explicaba “por qué naco es chido”, ofreció su veredicto final. “Es bien chido ofender a la gente en Twitter o en la radio”. Así, literal. Nada que discutir ni debatir con quien piensa así. Allá de quien desee seguir siendo su radioescucha. Y allá de la empresa radiofónica que permite el impulso del discurso del odio en un programa dirigido para jóvenes. Luego nos asustamos de tal o cual crimen, o de que unos sicarios maten e incineren a normalistas de Ayotzinapa. Bien, Tribuna Radiofónica.

 

 

Por la noche la cosa se puso más pesada. La locutora estrella comenzó a repartir insultos, y pues así ya ni cómo hacerle. Derrota total: el personaje devoró a la comunicadora. La fama marea y algunos no saben gestionarla.

 

 

Última reflexión a propósito de los bloqueos masivos en Twitter. Para varios personajes de la vida pública, especialmente periodistas y comunicadores, se ha convertido en una estrategia válida para eludir los cuestionamientos hacia la actividad de informar o verter opiniones. Así como posteó la locutora estrella de EXA Puebla: “si no me caes te bloqueo punto xq leerte hace que me sangren los ojos, mi cuenta yo decido quien esta quien no besos amores” (varios y reverendos sics por cuenta de la Nay).

 

 

A nivel nacional, por ejemplo, son famosos los bloqueos que aplica Pascal Beltrán del Río, director de Excélsior, y Joaquín López Dóriga. Por acá también los tuiteros reclaman que con frecuencia Javier López Díaz les da “córtalas” si se le cuestiona la veracidad de la información o sus creencias religiosas. Y hasta políticos que se las dan de tuiteros también aplican el consabido block cuando ya no pueden, como Javier Lozano Alarcón. Formar parte de la comentocracia tuitera es arduo.

 

 

¿Puede convertirse en censor alguien que vive de la libertad de expresión? No me suena, ya que cualquier mordaza, por definición y aun en las redes sociales, es sinrazón de intolerancia. En otras palabras, los que claman por tolerancia son practicantes férreos de la intolerancia.

 

 

Po supuesto, repartir blocks es más sencillo que dialogar con los tuiteros, discutir y hasta desgreñarse. Algunos de plano son bots enviados por alguien, chinga fuertecito, simples jodones, y la especie más complicada, el troll, que friega, friega y vuelve a fregar.

 

 

¿Qué hacer para sobrevivir en la red social? Cada quien tiene su receta. Yo, en lo personal, apuesto siempre por el diálogo y el debate. Por momentos es desgastante y hasta desesperante. Pero a la larga, creo que genera más credibilidad. He tenido muchos debates con @QuintaMam y @AleMondras, todos divertidos, morbosos y aleccionadores. Mi agradecimiento. Otros de plano lamentables, como el que tuve con @ALunaSilva. Y aunque al final todo es parte de un show, ningún comunicador puede vivir sin credibilidad.

 

 

@NaySalvatori cree que puede vivir sin ella. Ojalá lo logre. Sin duda seguirá muchos años en la radio. Pero no creo que recupere a los radioescuchas que ayer perdió. Yo, simplemente, no podría vivir sin mis lectores. Me despido del Ta’ Carbón. Viviré más tranquilo y ella también.

 

 

 

 

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