Thursday, 25 de April de 2024


Con la captura del Chapo Guzmán, el PRI pinta para repetir en 2018




Escrito por  Arturo Rueda
foto autor
Ningún otro capo del narcotráfico sintetizaba tan bien el desafío al Estado mexicano y su pérdida de potencia frente a los criminales. Evadido desde 2001 en el arranque de Vicente Fox, los gobiernos panistas llevan su estigma: no sólo no pudieron recapturarlo, sino que en esos 12 años la leyenda de “El Chapo” creció por su aparente invulnerabilidad en la evasión de las fuerzas policiacas, en la compra de políticos y funcionarios públicos de todos los niveles

Más que la propia captura, la fotografía que capta a Joaquín “El Chapo” Guzmán sometido por dos oficiales de la Marina rumbo al avión que lo llevará de nueva cuenta a la cárcel es un símbolo de que el Estado mexicano vuelve a ganarle la carrera al crimen, aún al más buscado del mundo. Aunque falta muchísimo en la tarea de la seguridad pública, esa gráfica es un trofeo, la prueba de que el Estado recupera el monopolio legítimo de la coacción, y en términos realistas puede darle al PRI la certeza de permanecer otro sexenio en Los Pinos en 2018. Al mismo tiempo, cerrar anticipadamente al PAN la ilusión de recuperar la Presidencia.

 

 

A ojos de tirios y troyanos, Peña Nieto ya hizo lo que no pudo hacer Felipe Calderón ni Vicente Fox: recapturar al criminal más buscado del mundo sin disparar un solo tiro, con puro trabajo de inteligencia. En la batalla mediática de la eficiencia, el albiazul vuelve a perder y los tricolores suman puntos para permanecer en el poder.

 

 

Otra cosa es cómo ocurrió la detención, terreno fértil para la imaginación de los mexicanos y los descalificadores profesionales en las redes sociales. Que si se trata de un pacto de “El Chapo” con el gobierno federal, que cómo es posible que no tuviera una escolta para defenderlo, que si en realidad es producto de una ruptura en la elite, que si los gringos filtraron la foto de la captura para evitar una negociación entre el cártel de Sinaloa y el PRI, que si el retraso en la confirmación oficial por la PGR surgió de las dudas para liberarlo, que si en realidad la detención es para beneficiar a Los Zetas, que todo estaba amarrado con la visita de Obama, que incluso la portada de Time era el adelanto de la rendición. Haiga sido como haiga sido, al estilo calderonista, “El Chapo” duerme otra vez entre las rejas.

 

 

Ningún otro capo del narcotráfico sintetizaba tan bien el desafío al Estado mexicano y su pérdida de potencia frente a los criminales. Evadido desde 2001 en el arranque de Vicente Fox, los gobiernos panistas llevan su estigma: no sólo no pudieron recapturarlo, sino que en esos 12 años la leyenda de “El Chapo” creció por su aparente invulnerabilidad en la evasión de las fuerzas policiacas, en la compra de políticos y funcionarios públicos de todos los niveles que desempeñaban un papel en su estructura y finalmente, por su elevación como uno de los hombres más prósperos del país luego de que Forbes calculara su fortuna en alrededor de mil millones de dólares.

 

 

Así, mientras la leyenda de “El Chapo” Guzmán se hacía más fuerte, junto con su capacidad para mover drogas a Estados Unidos, el calificativo Fallido acompañaba como un apellido al Estado mexicano. Por supuesto, “El Chapo” sobresalía por su estilo empresarial en una galería del horror que incluye a Los Zetas, los Beltrán Leyva, el cártel del Golfo, La Familia y los Caballeros Templarios que han devastado al país en su guerra por controlar los territorios tanto de trasiego como de venta de estupefacientes.

 

 

La detención del “Chapo”, sin embargo, poco va a representar en la disminución de la violencia. No sólo porque sus herederos ya están ahí desde hace tiempo —“El Mayo” Zambada y “El Azul”— operando mientras la leyenda de Joaquín Guzmán desvelaba al gobierno, sino porque la empresa del trasiego de cocaína para introducirla a Estados Unidos continuará porque las ganancias son feroces. Mañana será uno, pasado otro. Pero el mercado es el que manda.

 

 

Ya lo escribe el periodista italiano Roberto Saviano, el mismo de Gomorra, que con CeroCeroCero escribe del fructífero negocio de la cocaína: “no existen títulos que coticen en bolsa capaces de generar el beneficio de la cocaína. La inversión más arriesgada, la especulación más previsora, movimientos rapidísimos de ingentes flujos de dinero que logran abatirse sobre las condiciones de vida de continentes enteros, no consiguen una multiplicación del valor comparable ni de lejos. Quien apunta hacia la coca acumula en pocos años riquezas que en general los grandes holdings han conseguido en décadas de inversiones y especulaciones financieras. Si un grupo empresarial consigue meter mano a la coca, ostenta un poder imposible de alcanzar con cualquier otro medio. De cero a mil. Una aceleración que no puede dar ningún otro motor económico. Por eso, allí donde la coca es la economía de escala no existe más que el enfrentamiento feroz y violento.

 

 

”Con la coca no hay mediación. O todo o nada. Y todo dura poco. No puedes dedicarte al tráfico de cocaína con sindicatos y planes industriales, con ayudas del Estado y normas impugnables en tribunales. Ganas si eres el más fuerte, el más astuto, el mejor organizado, el mejor armado. Para cualquier empresa vale que, cuanto más tensas la goma, más logras imponerte en el mercado. Si consigues tensar aún más esa goma con la coca, entonces podrás vencer en todos los demás sectores. Sólo la ley puede romper la goma. Pero aun cuando la ley localiza la raíz criminal y trata de arrancarla, sigue siendo difícil que consiga encontrar todas las empresas legales, las inversiones inmobiliarias y las cuentas bancarias que se han adquirido gracias a la extraordinaria tensión conseguida mediante el polvo blanco.

 

 

”Porque si es verdad que un kilo de cocaína se vende en Colombia a 1.500 dólares, en México entre 12.000 y 16.000, en Estados Unidos a 27.000, en España a 46.000, en Holanda a 47.000, en Italia a 57.000 y en el Reino Unido a 77.000; si es verdad que el precio por gramo varía desde los 61 dólares de Portugal y llega hasta los 166 de Luxemburgo, pasando por los 80 de Francia, los 87 de Alemania, los 96 de Suiza y los 97 de Irlanda; si es verdad que de un kilo de cocaína pura con el corte se sacan de media tres kilos que se venderán en dosis de un gramo; si es verdad todo esto, no lo es menos que quien manda sobre toda la cadena es uno de los hombres más ricos del mundo”.

 

 

El trono de “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado del mundo, el que sometió al Estado mexicano en los años presidenciales del PAN, está vacío por mérito de Enrique Peña Nieto y el grupo Hidalgo, que con Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong, se colocan a la vanguardia para que el PRI repita en Los Pinos en 2018. La eficacia gubernamental paga, y paga bien.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus