Friday, 26 de April de 2024


Terrible candidato, a Madero sólo lo sostiene Moreno Valle




Escrito por  Arturo Rueda
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Por más que quiera el morenovallismo, en Puebla sólo hay 13 mil votos en disputa. Ni uno más, ni uno menos. ¿Le van a aplicar zapato a Ernesto Cordero? O sea, 13 mil votos a favor de Madero y cero para Cordero. Porque de poderse, se puede. ¿Será lo correcto? ¿Cómo verá el panismo una alquimia de este tipo? ¿O veremos robo de urnas a punta de pistola, como cuando en 1999 la interna tricolor dejó la fotografía de Héctor Laug que recorrió el mundo?

Según Gustavo Madero, para el PAN es mejor cogobernar con el PRI en la Presidencia que ejercer ellos mismos el poder desde Los Pinos. Con tan estúpida y absurda premisa no es sorpresivo que su campaña se encuentre en franco hundimiento y por tanto, el gobernador poblano Moreno Valle sea el único capaz de sostener a un dirigente al que la mayoría de la militancia rechaza, según casi todas las encuestas. Idea penitente de que al albiazul le va mejor cuando es comparsa del PRI, que gobierno. Es como si los jugadores del Real Madrid afirmaran que juegan mejor cuando el Barcelona los golea. Nadie en su sano juicio diría algo así, excepto Gustavo Madero en su entrevista de ayer en El Universal para dibujar su “visión” del panismo.

 

 

No en balde los operadores morenovallistas que han demostrado su eficiencia en Puebla ahora tienen un ascenso al comenzar a ocupar los principales espacios de la campaña maderista. Ya estaban ahí personajes como Jorge Aguilar Chedraui, Eukid Castañón, Blanca Jiménez y varios más. El último en desembarcar es Marcelo García Almaguer para poner orden en la comunicación de la campaña y la estrategia de redes sociales, donde Ernesto Cordero los venía barriendo de mala manera.

 

 

No ha pasado mucho tiempo para que muchos de esos operadores, hasta ahora aldeanos, se den cuenta del desastre de campaña que venía realizado Gustavo Madero y provocó que la contienda interna panista se equilibrara, pese a que hace un mes se pensaba que el dirigente con licencia iba a arrasar. Pero no: Madero carece de un mensaje que le llegue a los panistas, y su eslogan de “El camino ganador”, además de pragmático, no convence a nadie porque no explica qué pasó en 2012. Los pequeños triunfos electorales de 2013 no compensan la derrota presidencial en tercer lugar.

 

 

Absurdo #1 de Gustavo Maderoen la entrevista de El Universal: en el primer año de gobierno de Peña Nieto la agenda del PAN avanzó más que en los 12 años que gobernaron México. O sea, para el aspirante a reelegirse los sexenios de Fox y Calderón no sólo fueron un fracaso, sino tiempo perdido. No dudo que muchos mexicanos puedan estar de acuerdo con esa frase (incluso yo) pero ¿un aspirante a dirigir los esfuerzos de Acción Nacional? Una pendejada soberana digna de estupefacción.

 

 

“¿Cogobierna con el PRI?”, se le pregunta al candidato a la presidencia nacional del PAN en busca de la reelección, en entrevista con El Universal. “Como nunca”, responde sin tapujos. “Pudimos impulsar (hoy) más que en los 12 años que gobernamos. La agenda del PAN avanzó en los 12 meses que dejamos de gobernar”, sostiene. Considera que el éxito de esos 12 meses se debe a la actitud pactista que Acción Nacional ha tenido con el PRI, el PRD y el gobierno federal, lo que ha permitido, presumió, que salgan reformas con “ADN panista que benefician al país”.

 

 

Con este tipo de declaraciones es absolutamente imposible que crezcan sus simpatías al interior del partido. Digo, si tanto le gusta el PRI, pues que se vaya a competirle la dirigencia nacional a César Camacho Quiroz. O también, si tanto le gusta el papel que hace el PAN a la sombra del tricolor, pues que no presente candidato presidencial en 2018. Así podrá ser segundo lugar eterno y seguir “cogobernando como nunca”.

 

 

Con este buey nos tocó arar, dicen los morenovallistas incrustados en el maderismo, quienes mantienen la apuesta por la movilización del universo cerrado de 218 mil electores posibles para el 18 de mayo. Sin admitir la crisis de la campaña reeleccionista, afirman que ahora todo se trata de cuadrar números en los estados, especialmente en aquellos que aportan la mayor cantidad de militantes como Estado de México, Veracruz, Jalisco, Guanajuato, y claro, Puebla.

 

 

Las matemáticas electorales, sin embargo, son complejas especialmente en el epicentro de la interna panista. Por más que quiera el morenovallismo, en Puebla sólo hay 13 mil votos en disputa. Ni uno más, ni uno menos. ¿Le van a aplicar zapato a Ernesto Cordero? O sea, 13 mil votos a favor de Madero y cero para Cordero. Porque de poderse, se puede. ¿Será lo correcto? ¿Cómo verá el panismo una alquimia de este tipo? ¿O veremos robo de urnas a punta de pistola, como cuando en 1999 la interna tricolor dejó la fotografía de Héctor Laug que recorrió el mundo?

 

 

Por supuesto que el morenovallismo es capaz de aplicarle a Ernesto Cordero un 13 mil a cero en Puebla, lo que obligaría al senador a utilizar la misma receta a Madero pero en Guanajuato, terruño dominado por Juan Manuel Oliva, con lo que ambas entidades se neutralizarían. Empatados en cochinadas.

 

 

En el torneo de chingaderas panistas lo único que queda claro es que el destino de Gustavo Madero depende, más que nunca, de los buenos oficios de Moreno Valle para ganar elecciones, por la buena o por la mala. Sin el gobernador poblano, hace rato que la campaña de la reelección maderista se habría derrumbado con estruendo.

 

 

 

 

 

 

 

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