Un acuerdo entre la Secretaría de Transportes (ST) y los permisionarios del sistema RUTA provocó un golpe al bolsillo de los poblanos, quienes ahora pagan tarifa doble, 6 pesos en el caso de las alimentadoras 1, 2, 3, 4 y 6 y 7.50 por la troncal. La anarquía en el cobro fue provocada por la ruptura de los socios de la empresa ATT Maximus y los constantes retrasos en el pago a choferes.

A partir del 1 de abril arrancó el doble cobro con tolerancia oficial de la ST. Desde esa fecha las alimentadoras 1, 2, 3, 4 y 6 dejaron de recibir el pago con la tarjeta del sistema, y solamente reciben el pago en efectivo, además en tarifas diferenciadas de acuerdo a la longitud del trayecto, como se hace en el DF.

Pese al descontento y las quejas de los usuarios, la dependencia ha rechazado emitir una postura oficial al respecto para explicar la tolerancia al doble cobro.

De acuerdo con versiones de los propios transportistas, el conflicto se generó a partir de la falta de transparencia de la empresa ATT MAximus en los recursos recaudados por el sistema electrónico de cobro, quienes no entregan a tiempo al fideicomiso denominado Servicios Articulados de Puebla (Sapi) y, por tanto, ésta no entrega ganancias a los socios, quienes a su vez no pagan a los choferes.

La única solución que habría encontrado la ST fue tolerar la anarquía y los dobles cobros mientras mejora el sistema electrónico de pago y se llega a un acuerdo con los socios

CAMBIO realizó un recorrido y corroboró con choferes y usuarios que desde el pasado 1 de abril las alimentadoras se independizaron de la Red Urbana de Transporte Articulado, aunque no se sabe si se trata de una medida temporal o definitiva, ya que ni el titular de la dependencia estatal, Bernardo Huerta Couttolenc, ni el presidente de los socios del fideicomiso denominado Servicios Articulados de Puebla (Sapi),Miguel Ángel Aceves Mendoza,  han querido fijar una postura al respecto.

Así, a año y medio de que entró en operaciones la primera línea del metrobús, no se ofrece el plus prometido, pues lejos de ser “un sistema de transporte público con tecnología de punta, ambientalmente limpio y económicamente eficiente” —como establecen sus objetivos en su página oficial— ha generado decepción entre sus usuarios y hasta en los propios trabajadores, quienes han realizado paros de manera constante para exigir el pago de sus salarios y mejores condiciones laborales.

CAMBIO dio a conocer desde enero pasado que los choferes de las alimentadoras preferían cobrar de manera directa, y en ese entonces justificaron las fallas técnicas en las máquinas, sumado a la lenta frecuencia de paso de las unidades.

“Ya no conviene”

Carolina es una joven que generalmente utiliza la línea 2 que va de Tlaxcalancingo-Santa Clara Ocoyucan, y para ir a la escuela ocupa el metrobús para ir al centro de la capital. En entrevista se dijo decepcionada, ya que si antes pagaba 12 pesos, ida y vuelta, ahora desembolsa hasta 27 pesos, y aunque ha llegado a la conclusión de que ya no le conviene, lo sigue ocupando mientras busca otra forma de traslado.

“Yo tengo mi tarjeta, pero te piden pagar en efectivo, aunque tenga saldo (…) Bajas (de la alimentadora) y te vuelven a cobrar, o sea, te cobran el doble”, comenta mientras espera el paso de su ruta.

En los traslados que hizo este medio en las líneas 1, 2, 3, 4 y 6 de las alimentadoras comprobó que están cobrando 6 pesos, y algunos llegan a exigir los 7.50, de acuerdo al recorrido. Por ejemplo, la 3 que es más largo, que va de Tlaxcalancingo a Santa María Tonantzintla, cobra a sus usuarios completo y no permite el uso del plástico aunque en las unidades las máquinas aparecen prendidas como si funcionaran.

Varios choferes evitaron hablar sobre el nuevo sistema bajo el argumento de que les han prohibido dar algún tipo de información, pero otros sí confirmaron que el sistema de cobro se ha vuelto un caos y que no hay día en que no reciban quejas por parte de los ciudadanos.

“En mi caso, desde hace dos semanas nos informaron que se cancela de manera definitiva el uso de la tarjeta. Veníamos cobrando mixto, pagaban con tarjeta quienes tenían y quienes no, sí pagaban con monedas pero ya no supimos cómo manejar el asunto porque no había forma de que las personas comprobaran que ya habían pagado y sólo debían complementar para usar el metrobús”, dijo a CAMBIO un operador de la ruta 6 Estadios-Mega.

Otro de ellos señaló que desde en un inicio se presentaron fallas en los aparatos de cobro, por lo que la gente se acostumbró en pagar con efectivo.

“Volvimos a lo mismo, como si fuéramos microbús”

Raúl desde hace medio año es chofer de la alimentadora 1 Tlaxcalancingo-Malacatepec, afirmó que hace tres semanas les ordenaron tapar con bolsas de plástico las máquinas cobradoras, sin embargo cuando se difundió la noticia la semana pasada las volvieron a descubrir y prender como una forma de simular que sí funcionan, pero que en realidad informaron a los usuarios que seguían ocupando las tarjetas desde mediados de abril que ya no les cobrarían bajo ese sistema.

“Tenemos entendido que se dio un convenio con la secretaría. La verdad es que no se ponen de acuerdo, a cada rato nos dicen una y otra cosa. No sabemos hasta cuándo (van a seguir así). Volvemos a lo mismo como si fuéramos microbús”, resaltó y admitió que no hay beneficio alguno para los poblanos.

Aunque ningún chofer dijo conocer los motivos por los que los socios determinaron actuar de esta forma, trascendió que el hecho de que no es rentable, pues se adeudan 5 millones de pesos a los accionistas.

Un operador confió a CAMBIO que esta medida está beneficiando a los socios, ya que era la única forma que les quedaba para cobrar día a día la jornada, debido a que la empresa ATT Maximus, encargada de recolectar los pagos del metrobús, tanto en efectivo como en tarjeta electrónica, suspendió labores debido al adeudo del pago de tres quincenas bajo el argumento de “no hay dinero”.

Ahora, los choferes que se sumaron a esta modalidad cobran por día alrededor de 300 pesos, independientemente de la cuenta que entregan al día que va de entre 2 mil 500 a 3 mil pesos. Supuestamente no están siendo obligados a entregar una cuota establecida.

Un operador más manifestó que en realidad se llegó a este caos porque no hay orden por parte de la ST, pues no existe un control para hacer que funcione bien el “paquete” que representan las alimentadoras con la RUTA.

“Los mismos choferes se molestan porque ponemos la tarjeta. Ellos quieren que paguemos en efectivo, con monedas. Nos informaron hace tiempo que a partir del 1 de abril ya no iban a hacer válido las tarjetas. No nos dijeron por qué”

“Yo tengo mi tarjeta pero te piden pagar en efectivo, aunque tenga saldo (…) Bajas (de la alimentadora) y te vuelven a cobrar, o sea, te cobran el doble”

“En mi caso, desde hace dos semanas nos informaron que se cancela de manera definitiva el uso de la tarjeta. Veníamos cobrando mixto, pagaban con tarjeta quienes tenían y quienes no sí pagaban con monedas pero ya no supimos cómo manejar el asunto porque no había forma de que las personas comprobaran que ya habían pagado y sólo debían complementar para usar el metrobús”

“Tenemos entendido que se dio un convenio con la secretaría. La verdad es que no se ponen de acuerdo, a cada rato nos dicen una y otra cosa. No sabemos hasta cuándo (van a seguir así). Volvemos a lo mismo como si fuéramos microbús”

“Yo me di cuenta apenas el miércoles que transbordé. Tomo el de Tlaxcalancingo-Cacalotepec, me cobraron 6 pesos. Incluso en ese camión ya habían quitado el aparato en donde uno pasa la tarjeta. Hay unos que cobran 7 o 7.50 pesos. En un inicio pagaba con tarjeta pero ahora con puras monedas”