Rafael Puente y Luza Esparza son los artífices de la magia de Lobos BUAP. Ambos dirigieron el equipo sin tener experiencia en el balompié nacional. Cuando nadie lo esperaba en tan sólo un año ascendieron a Primera División. El camino no ha sido fácil en este 2017 para el conjunto universitario pues empezaron con un presupuesto insignificante; no obstante al final obtuvieron más recursos para comprar a jugadores.

La meta de este 2018 es llegar a la Liguilla ya que en el Apertura 2017 se quedaron a tres puntos de dicho escalafón.

Lobos BUAP inició un sinuoso derrotero al Ascenso en 2017, en el primer partido que dirigió Rafa Puente fue goleado y humillado. Aquel día el técnico lloró como nunca, pero junto con Luza se comprometió a cerrar filas para hacer un equipo de Primera.

Los Lobos llegaron a la final del Ascenso como uno de los mejores y después de ganarle a Dorados fueron catalogados como equipo de Primera División.

Una vez dentro de las grandes ligas del futbol mexicano hallaron múltiples obstáculos: no tenían dinero para contratar jugadores, viajar a los partidos de visitantes, tenían pocos uniformes y para colmo no contaban con contrato televisivo. El rector Alfonso Esparza ayudó a que el equipo cerrara un acuerdo con Televisa.

No obstante su desempeño no calificaron a la Liguilla, se quedaron a dos puntos de estar en la Fiesta Grande del Futbol Mexicano, pero fueron el tercer benjamín de la historia de los torneos cortos. Asimismo, lograron ser uno de los equipos más goleadores, pero también de los más goleados.

El problema extracancha fue el dolor de cabeza de Lobos, ya que contrataron a futbolistas indisciplinados que generaron peleas, problemas conyugales y hasta abuso sexual a una menor de edad.

Rafa Puente, técnico sin experiencia, ex comentarista deportivo, ex futbolista y ex actor de novelas, consiguió trabajo a través de un mensaje directo en Twitter a la presidenta del club, Luza Esparza. Así inició el camino de Puente Jr como estratega de futbol mexicano, con un total de 30 partidos dirigidos.

En su primer año como coach les dio varios sustos a técnicos con gran experiencia y jerarquía como Antonio Mohamed y Enrique Meza. Sin embargo, los puntos fueron insuficientes para calificar a la Liguilla MX.

Luza Esparza, hija del rector de la BUAP Alfonso Esparza, ha desempeñado un papel importante en la directiva de Lobos al ser el cerebro detrás de la gestión deportiva del equipo, ella fue la que creyó en Rafael Puente del Río a pesar de las críticas que conllevaba contratar a un técnico sin experiencia, los resultados hablan por sí solos y las bases de lo que hoy es Lobos BUAP es gracias a ella.

Además, Luza es la única presidenta y este año en sus primeras asambleas de dueños comentó haber tenido un trato diferente a los demás presidentes, pero lo que demostró fue que las mujeres también pueden realizar un papel importante en la gestión deportiva en el futbol mexicano de Primera División.

El equipo jugó las siete primeras temporadas sin que nadie los viera, pues Televisa no había renovado el contrato con el equipo licántropo. De acuerdo con la directiva de Lobos BUAP el monto era insuficiente para mantener al conjunto en Primera División. Lobos creó su propia televisora, LobosTV para transmitir el encuentro contra Monarcas. Después de esto firmaron el contrato con Televisa por cinco años más.

Lobos llegó a la final del Ascenso en el Clausura 2017 después de calificarse a la Liguilla en sexto lugar. Sin embargo, el derecho de estar en primera división se vivió de manera cardiaca contra Dorados de Sinaloa pues necesitaban de dos goles para llegar a Primera División por lo que Amury Escoto y Diego Jiménez consiguieron a Lobos el Ascenso a la Liga MX.

Ya instaurados en Primera División el equipo tuvo necesidad de finiquitar sueldos, uniformes, transportes y nuevas incorporaciones, para ello crearon el ‘Lobotón’, además la carencia de patrocinadores en un inicio hacía prácticamente imposible hacer los viajes para disputar sus partidos de visitante.

Al inicio del torneo Lobos sólo contaba con tres patrocinadores y dos socios comerciales ante el escepticismo que generaba un club recién ascendido y sin televisora, pero los buenos resultados y el arreglo con la televisora hizo que los apoyos fueran incrementando por lo que a lo largo del torneo se sumaron al final cuatro patrocinadores más.

El equipo universitario recién ascendido necesitaba reforzarse para competir contra los equipos de Primera División, por ello jugadores veteranos como el ‘Maza’ Rodríguez, Juan Carlos Medina y Jorge Villalpando, se convirtieron en estandartes del club. Además se les dio la oportunidad a jóvenes como Eduardo Tercero, Julián Quiñones, entre otros.

Lobos se quedó a sólo dos puntos de alcanzar la Liguilla, los partidos en contra de Tigres y Atlas fueron claves para que el equipo no pudiera acceder a la fiesta grande del futbol mexicano. A pesar de esto el club fue la tercera mejor ofensiva, acumuló 26 goles a favor sólo por debajo de los equipos norteños Monterrey y Tigres, con 29 y 28 goles. Además Julián Quiñones en todo momento peleó por el liderato de goleo. 

El equipo demostró ser uno de los peores locales del torneo pues perdieron cuatro de sus ocho partidos de local, además recibieron un total de 31 goles demostrando que su estilo de juego vertical privilegiando el ataque descuidó la defensa; se convirtió en el equipo más goleado de la liga.

El delantero universitario Amaury Escoto anotó un golazo en la fecha 11 en contra de Chivas por el cual fue nominado al gol del año en los premios Concacaf. Al final ganó el galardón siendo el tercer mexicano que ha obtenido la categoría de mejor gol.

Además fue condecorado el 17 de diciembre por la cadena Univisión Deportes como el mejor gol por la misma anotación en una gala en la que se reconoció lo mejor del futbol.

Los escándalos también se suscitaron en el plantel del equipo. Iniciaron con la riña entre Julián Quiñones y William Palacios, lo que al final culminó con el despido de Palacios y una separación momentánea de la escuadra a Julián por infringir el código de conducta de la institución.

En tanto que Luis Quiñones fue dado de baja por no asistir a sus sesiones dobles de recuperación.  

Asimismo, las mujeres del ‘Maza’ Rodríguez protagonizaron una  pelea en el estacionamiento del Estadio Universitario.

El escándalo más fuerte que tuvo el equipo fue por parte del delantero argentino-paraguayo Jonathan Fabbro, quien fue acusado de abuso sexual de una menor de edad en Argentina y con un proceso similar en Paraguay.