Viernes, 26 de Abril del 2024
Lunes, 16 Marzo 2020 21:05

A un paso del T-MEC

A un paso del T-MEC Escrito Por :   Silvino Vergara

“Y el capitalismo logra implementar un sistema-mundo, en tanto sistema de circulación de mercancías y búsqueda de materias primas para fabricar esas mercancías.” Eugenio Raúl Zaffaroni


En tanto la pandemia está invadiendo a todo el mundo occidental (pues en todos los medios de comunicación se sabe qué sucede en Europa y Estados Unidos de América), se desconoce qué sucede en África, en los países del Medio Oriente y el mundo árabe en general al respecto de esta enfermedad que está matando a menos personas que un fin de semana en América latina por accidentes de tránsito o, bien, a menos personas que las muertes que ocasiona en un mes los drones manejados desde Washington en Afganistán; esos que aniquilan personas de forma remota por cometer el delito de ser sospechosos.

 

Así, también quedaron de lado los reclamos de las mujeres por un mejor trato en la sociedad, así como las exigencias de los estudiantes universitarios respecto a cómo combatir la inseguridad pública. Sin embargo, lo que sí sucedió fue la convención nacional bancaria en Acapulco y, a la par, la aprobación, en el parlamento de Canadá del nuevo tratado de libre comercio de América del Norte.

 

Con esta aprobación del tratado en Canadá, dicho acuerdo comercial prácticamente está aceptado por los tres países para que entre en vigor. Todo parece suceder antes de las elecciones en Estados Unidos de América, es decir, antes del mes de noviembre de 2020, pues es una de las herramientas electorales para esta ocasión. Sólo faltaría, para esta institución del nuevo tratado de libre comercio, la autorización de la reforma laboral en México; pues es de los puntos —se ha subrayado— que hay que modificar para que no sean sólo las ganancias y las utilidades las que lleguen a Estados Unidos de América y Canadá, sino también (a distinción del tratado anterior) los empleos, pues es claro que en México se quedaron muchos de los empleos que eran de aquellas dos naciones, aunque también se incrementó la pobreza y las grandes utilidades se fugaron a dichas naciones del norte. Ahora lo que se pretende es que también los empleos se estacionen por allá y, para ello, se requiere modificar la ley del trabajo en México y, particularmente, en lo que atañe a la subcontratación.

 

Es claro que con el tratado de libre comercio de 1994 se acabó la industria mexicana y se transformó en maquiladoras, trabajos de subcontratación en donde el que fija el precio y las condiciones de los productos es el cliente y no el maquilador; éste, por su parte, está a lo que el cliente le indique y según las condiciones de entrega y de pago que el propio cliente sostenga. Por ello, la industria mexicana se extinguió. Hoy se vive del servicio de maquila, el cual es, en gran parte, a lo que se llama outsourcing, que es de lo que recrimina el gobierno de Estados unidos de América, sosteniendo que terminó con los empleos en aquel país, pues siendo mejores las condiciones económicas en México para contratar personal, aquí se ubicaron sus empresas. Por lo cual, uno de los objetivos principales para que entre en vigor este tratado nuevo de libre comercio es la reforma a la ley federal del trabajo para limitar y restringir las actividades de subcontratación y con ello evitar que el empresariado de los países del norte consideren como una buena propuesta invertir en sus maquiladoras en este país, pues hay que considerar la tasa al impuesto sobre la renta, las restricciones y formalidades fiscales excesivas en México y, sobre todo, el reparto de utilidades que las sociedades mercantiles deben realizar a sus trabajadores: todo ello es un incentivo para que se vayan mudando estos trabajos a sus países de origen, donde el impuesto empresarial es del 20 % y —dicho sea de paso— no están los riesgos excesivos de inseguridad pública que existen aquí.

 

Estas medidas solicitadas e impulsadas por el gobierno de Estados Unidos de América para la reforma laboral, con la bandera de proteger los derechos de los trabajadores, harán que éstos estén en peores condiciones que en las que muchos empleados se encuentran actualmente, por ello es que no se permite la reforma de los hidrocarburos ni menos aún la fiscal. De inicio, se puede decir que existirá un serio problema de desempleo y de estancamiento económico en México; si la inercia de los cambios que se avecinan se lleva a cabo, entonces estamos a un simple paso del nuevo tratado de libre comercio.

 

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