Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 14 Abril 2020 02:23

“Horas nalga”

“Horas nalga” Escrito Por :   Silvino Vergara

“El tipo del investigador independiente está desapareciendo  y la búsqueda científica está siendo, cada vez más, una búsqueda planificada.” Arturo Frondizi


 

En el lenguaje de los investigadores contratados por las instituciones públicas y privadas que auspician sus investigaciones, estudios, trabajos, tesis, ensayos, etc., se les denomina “horas nalga” al tiempo que deben gastar forzosamente en una oficina o en la mesa de laboratorio frente a una computadora sentados y con los codos en el escritorio, algunos meditando qué hacer para justificar su salario, otros viendo cómo pasa el tiempo para poder salir a sus otras actividades o, bien, esperando que pase ese tiempo suficiente para exigir su pensión, y los pocos verdaderamente investigando.

 

Hoy, con la pandemia mundial, que está acabando con la salud de muchos, con la vida de otros y con la paciencia de algunos más, todos, se hacen muchas preguntas, como estas: ¿Qué están haciendo en estos momentos los investigadores, estudiosos?, ¿Qué sucede en las instituciones de investigación e innovación científica en estos momentos?, ¿Qué sucede hoy en las facultades de química, medicina, física, biología, etc.?, ¿Qué está pasando en estos momentos con los científicos?, ¿Qué pasa en las instalaciones de los centros de investigación, de facultades y universidades?, pues pareciera que están cerrados: ¡todos a sus casas!. En cambio, los talleres que hacen cubre-bocas, guantes y que preparan los geles anti-bacteriales están a marchas forzadas hasta con tres turnos al día.

 

Arturo Frondizi (Paso de los Libres, 28 de octubre de 1908 - Buenos Aires, 18 de abril de 1995), quien fue un abogado, periodista, docente y político argentino, elegido presidente de Argentina y quien gobernó entre el 1 de mayo de 1958 y el 29 de marzo de 1962, decía en su tiempo: “El tipo del investigador independiente está desapareciendo y la búsqueda científica está siendo, cada vez más, una búsqueda planificada. La complejidad creciente de cada disciplina, la extraordinaria especialización que requiere cada investigación y el costo de los equipos hacen prácticamente irrealizable la actividad aislada. Ello significa, también, que puede estar en peligro la libertad de investigación, esa libertad que hizo posible el nivel científico actual. De ahí la necesidad de establecer condiciones para el trabajo científico que permitan asegurar la iniciativa y la crítica, indispensables para el progreso.”

 

Pareciera que el problema por el que estamos atravesando es producto del sistema de investigación actual, es decir, porque se encuentra monopolizado: ¡Nadie puede investigar, salvo los que el sistema ordene! La investigación fue monopolizada por las grandes corporaciones y laboratorios mundiales, que son los que producirán en el momento político necesario la medicina, vacuna o como se le vaya a llamar a aquella cura de esta enfermedad, dejando a su suerte a la humanidad; pues lo cierto es que la investigación pública, por ejemplo, de nuestras naciones latinoamericanas, totalmente burocratizada, está demostrando que no funciona. Al final, habrá que hacer un análisis a conciencia sobre el hecho de que, en los tiempos que más se les necesita para opinar, para establecer medidas necesarias ante esta pandemia, etc., la respuesta de los científicos es que “están en sus casas”. Todo da a entender que el sistema de investigaciones público actual y el de hace muchos años, con sus políticas implementadas, no funciona, que es un verdadero fracaso y, más que eso, pareciera que no hay voluntad de modificarlo.

 

Por ello, es tan importante la investigación independiente, la que no depende de un salario de un laboratorio transnacional, ni del sueldo de una institución pública, porque tiene más movilidad para descubrir lo que está sucediendo, por qué sucede, cómo se ha presentado, por ejemplo, esta pandemia. No hay que estar esperanzados en las voces oficiales, como es el caso aquí en México, con las ruedas de prensa vespertinas o, bien, la respuesta de un laboratorio transnacional.

 

La ausencia de investigación independiente es muestra del sistema mundial actual, totalmente monopolizado para que sólo se pueda investigar sobre lo que, políticamente, corresponde y en el momento en que políticamente se necesite. Lo cierto es que la humanidad requiere más libertades propias de ella, en particular, la promoción de la investigación más libre e independiente, pero con lo limitante de la conciencia de lo que se está investigando y descubriendo: “Ciencia con conciencia”; e ir aboliendo las instituciones y políticas públicas que solamente promueven: “horas nalga”.

 

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