Públicamente el Ejecutivo declaró que invitaba a Alfonso Esparza a una cita abierta, una plática en las audiencias públicas, se trataba del llamado a una reunión sin corbata. Pero el rector de la BUAP se colocó en un pedestal, un altar, y de ahí no quiso bajar. El puente quedó roto y luego fue dinamitado. Semanas después miles de jóvenes universitarios marcharon con un reclamó legítimo, pero también fue evidente que la presencia de académicos y docentes mostraba una línea política.

Hoy Luz Andrea Esparza Vergara tiene una Carpeta de Investigación en su contra. Muy aparte será la investigación por los recursos millonarios que salieron desde la Benemérita al equipo Lobos. La cacería será implacable; nada moverá un solo centímetro el curso que ya lleva la carpeta ministerial.

En el tema Esparza, aún hay un vacío de información. Los grandes sectores sociales no están enterados de cuáles son las pesquisas detrás de la Carpeta de Investigación; tampoco conocen los manejos millonarios que se hicieron con el pretexto del equipo de futbol; ignoran cuál es la verdadera situación patrimonial de Esparza y cuáles son las cantidades que se manejan en obra dentro de la institución.

Esa información está en el circulo rojo, pero ni remotamente ha llegado al círculo verde. 

El caso de la fractura con Claudia Rivera Vivanco es muy semejante. Era el perfil más gris e inocuo para convertirse en candidata a la alcaldía de Puebla, sin embargo fue favorecida. Pero desde la campaña de 2018 comenzaron las traiciones. Ese año se fue a postrar ante Martha Erika Alonso y en 2019 mandó a su parentela a apoyar a Alejandro Armenta Mier.

Pese todo el cúmulo de deslealtades, el gobernador Barbosa nunca hizo un comentario o una expresión en su contra. Al contrario, siempre le tendió la mano y la invitó a unir esfuerzos para designar un mando único policial en la Angelópolis. En más de una ocasión Rivera fue recibida en el despacho principal de Casa Aguayo buscando un acuerdo para la seguridad pública municipal.

Pero alguien asesoró a la señora y de la noche a la mañana explotó contra el mandatario.

Quienes conocen de cerca a Rivera aseguran que es muy influenciable, que tiene una mente débil, fácil de manipular y controlar por sus allegados.

Fue cuando comenzó a hacer videos arremetiendo contra Barbosa. Hay que decirlo, sus alegatos mostraron a una alcaldesa histérica, desesperada, fuera de control, simplemente desconectada de la política… y tardó semanas en darse cuenta de ello; entonces hizo cambios en su oficina de comunicación social. Pero la imagen de la señora ya no se levanta ni con maquinaria pesada.

Hoy, manejada por su “consejero” y mal conducida por los mandos de seguridad, se mete de lleno en un intento por desestabilizar a la Policía estatal.

Se trata de una nueva confrontación en la que también será derrotada. Pero como en el caso de Esparza, una figura consanguínea será el talón de Aquiles. Al interior del Charlie Hall mucho se habla que Mayte Rivera Vivanco está involucrada en diversas anomalías financieras y administrativas.

Diferentes protagonistas de la vida de Puebla han abierto frentes de guerra contra Barbosa Huerta, pero todo parece indicar que el gobernador les responde: “El que se lleva se aguanta”.

Como siempre quedo a sus órdenes en  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.