Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 16 Junio 2020 02:37

Política en el oscurantismo

Política en el oscurantismo Escrito Por :   Alexis Da Costa

Este lunes 15 de junio dio inicio la Nueva Normalidad, esta etapa que da por finalizada parcialmente la cuarentena y representa un "alivio" a la economía nacional.


 

Muchos negocios seguirán cerrados, muchas actividades aún están prohibidas.

 

La política ¿vuelve?

 

El clima político regresa lentamente, pero con urgencia.

 

En menos de un año son las elecciones.

 

Quedan seis meses de promoción política para los suspirantes a cargos públicos.

 

El efecto político de la actual pandemia aún se nota borroso.

 

¿De quién es la urgencia?

 

De la oposición claramente, son ellos quienes tienen que apresurar el paso si quieren dar una actuación por lo menos decente en los próximos comicios.

 

El oportunismo ya no funciona.

 

La población ya no responde como antes.

 

Detesta que lucren con la tragedia y necesidades de la gente.

 

El rechazo a quienes regalaban gel antibacterial rotulado con imágenes publicitarias fue el primer aviso.

 

¿Qué sigue, entonces?

 

Una inmensa campaña de desprestigio hacia las acciones gubernamentales en tiempos de coronavirus.

 

Las críticas empiezan a notarse, crecerán con el tiempo.

 

Crítica a las medidas tomadas.

 

Crítica por dejar que los negocios habrán de nuevo.

 

—Es un enorme riesgo sanitario —gritaran algunos suspirantes.

 

—No puede seguir la cuarentena, que abran los negocios —dirán otros.

 

Las dos caras de la moneda servirán como lanza para intentar herir al partido en el poder.

 

Razones para criticar hay muchas, algunas más válidas que otras.

 

Propuestas o posibles soluciones hay muy pocas.

 

Una guerra sucia de proporciones épicas nos espera.

 

Tanto de unos como de otros. Desde la izquierda hasta la derecha pasando por el centro incluso.

 

"La izquierda no sabe lidiar con la pandemia, los muertos son su culpa" será un argumento muy sonado.

 

"La derecha quiere regresar para seguir robando como antes" será la respuesta más usual.

 

Quien más pierde es el ciudadano.

 

¿A quién le conviene?

 

A los partidos pequeños, con poca historia, pero mucha presencia.

 

Siempre y cuando no se regalen a la práctica satelital.

 

Siempre y cuando no estén llenos de los mismos políticos.

 

Siempre y cuando tengan ideas frescas.

 

Aún no sabemos cómo llegarán las campañas políticas.

 

¿Serán travesías de brigadistas separados por 1.5 m con cubrebocas?

 

¿O la vieja normalidad se hará presente?

 

Al final el ciudadano deberá pensar más que nunca en quién merece su apoyo.

 

***

 

Spoiler alert:

 

Estén pendientes de los partidos pequeños y discretos. Sobre todo de los naranjas y su inexplicable crecimiento en la aceptación con nuevas generaciones.

 

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