Sin embargo, la postura de impulsar una mujer con la finalidad de cumplir con la norma electoral de paridad de género, abre la puerta a integrantes del blanquiazul que también están esperando la oportunidad de alzar la mano y con mucha mejor imagen que Genoveva Huerta. Se trata de Blanca Jiménez, Mónica Rodríguez Della Vecchia y desde luego Ana Teresa Aranda, aunque esta última se dice que debería comprobar su residencia en la capital poblana y no en San Andrés Cholula.
La dirigenta estatal ya perdió el piso y cree que en verdad tiene posibilidades de abanderar la nominación de Acción Nacional pese a su falta de popularidad o reconocimiento a diferencia de las antes mencionadas.
Como ejemplo está el caso de la “Doña” Ana Teresa Aranda, quien como candidata a gobernadora independiente en el año 2016, logró 70 mil votos en la ciudad de Puebla.
El PAN tiene confianza en recuperar la capital producto del mal gobierno de Claudia Rivera Vivanco, considerada una de los tres peores alcaldes del país según la reciente encuesta de Consulta Mitofsky, sin embargo, tal parece que las diferencias entre grupos internos puede jugar en contra.
Rivera Pérez se le considera como la mejor carta para el 2021, pero Genoveva Huerta no está del todo de acuerdo pese que la reciente encuesta realizada por C&E Research, ubica al ex edil como la mejor opción entre la militancia y en competencia con quienes postulen otras fuerzas políticas como sería Gabriel Biestro Medinilla, coordinador de los diputados locales de Morena, quien está 13 puntos debajo del posicionamiento del integrante del blanquiazul.
De ahí la intención de ponerle trabas desde relacionarlo con el gobierno de Luis Miguel Barbosa o el amago de no ser tomado en cuenta por la paridad de género.
Si bien esta postura puede afectar el deseo de Acción Nacional, otra versión apunta que es “ponerle un estate quieto” al ex edil capitalino. Entre los panistas es conocido su comportamiento de públicamente hablar de unidad interna o sumar esfuerzos y otra, cerrarse a ceder candidaturas o puestos a quienes no sean sus allegados.
En otras palabras, Eduardo Rivera quiere –como siempre– todas las canicas para los suyos y dejar los últimos lugares a los demás grupos.
El tema seguramente tendrá que llegar a manos del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) encabezado por Marko Cortés, lugar donde Rivera Pérez no está cómodo porque no tiene el apoyo nacional al apoyar en 2018 las aspiraciones de Manuel Gómez Morín.
Seguramente habrá más capítulos de la historia del PAN poblano donde suma y resta la baraja de contendientes. Elementos como José Antonio Gali y Fernando Manzanilla y Oswaldo Jiménez han quedado en la orilla, pero suman otros, como el caso de Genoveva Huerta, quien con sus recientes declaraciones, ya metió en la lista a mujeres como Blanca Jiménez, Mónica Rodríguez Della Vecchia y desde luego Ana Teresa Aranda.
Si Acción Nacional quiere nuevamente estar al frente del Ayuntamiento de Puebla, necesita dejar de lado intereses de grupo o personales.
Todo indica que tiene una buena oportunidad de ganar la elección de 2021 ante el mal trabajo desempeño de la primera mitad del mandato de Claudia Rivera Vivanco, quien busca corregir el rumbo que le permita nuevamente postularse como contendiente de Morena por un segundo periodo al permitirse la reelección.
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@Marcomironc