Domingo, 19 de Mayo del 2024
Jueves, 16 Julio 2020 02:42

¡Es hora de demostrar de qué estamos hechas!

¡Es hora de demostrar de qué estamos hechas! Escrito Por :   Monica Kuri

"¿Por qué si existe la violencia política de género contra las mujeres, no existe contra los hombres?" "¿Por qué si las mujeres piden igualdad, no pueden pedir lo mismo para los hombres?" "Las mujeres están buscando tener más beneficios que los hombres con su reforma de violencia política..."


 

Estas han sido algunas de las preguntas y comentarios que he recibido por parte de varios hombres desde que, el día de ayer, el Congreso de Puebla aprobó la reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para incluir la violencia política contra las mujeres en razón de género. Cabe destacar que se aprobó con 40 votos a favor, 0 en contra y una abstención.

 

En este contexto, regresemos a la parte en donde los hombres me preguntan, visiblemente molestos, por qué a nosotras sí nos beneficia la ley y a ellos no, a lo que mi respuesta, en todos los casos, siempre fue "¿te has metido a checar los históricos de cuántos cargos de elección popular han sido ocupados por hombres y cuántos por mujeres? ¿Has escuchado hablar sobre la brecha de género? Revisa la información y ahí tienes tu respuesta”.

 

Las mujeres hemos tenido que tomar por la fuerza los espacios públicos que los hombres no nos han querido dar por el simple hecho de ser mujeres. Incluso hasta la legislatura pasada, el porcentaje de mujeres en las curules del congreso federal, seguía siendo menor al de los hombres.

 

Nos hemos topado con hombres que nos niegan la posibilidad de ocupar algún cargo porque "las mujeres no estamos preparadas para eso" o porque "México no está preparado para que las mujeres lo representen", cuando en muchos casos, las mujeres estamos mucho más preparadas que aquellos que nos bloquean.

 

¿Suena simple, verdad? Pero la realidad es que el tema es comlejísimo. La violencia política contra las mujeres en razón de género, implica varias acciones que violan nuestros derechos político electorales por concepciones basadas en estereotipos, por ejemplo: "las mujeres no tienen nada que estar haciendo en la política, porque pertenecen a la cocina y por eso no le daremos la candidatura", y son precisamente ese tipo de conductas y pensamientos que emanan de construcciones sociales machistas, de las que la ley nos protege. ¡Y sí pasa! Pasa mucho más seguido de lo que ustedes pueden creer.

 

No se hagan bolas, para más fácil, los hombres nunca han tenido que luchar contra comentarios sexistas que usan como justificación para dejarnos afuera cuando queremos demostrar igualdad en la política. Y para poder demostrar igualdad de capacidad, debemos contar con igualdad de circunstancias. A las mujeres nos han dejado atrás deliberadamente en la repartición de los puestos de toma de decisiones, ahora es nuestro turno demostrar de qué estamos hechas, y esta ley, nos pone el piso parejo. Es cuanto, señora presidenta.

 

* Quiero hacer una mención especial a la diputada Rocío García Olmedo, porque sin ella y sin su insistencia y perseverancia, esto no habría sido posible.

 

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