Recuerdo que, cuando era niña, era muy emocionante saber que iniciarías clases, conocerías a nuevos amigos y saludarías a los ya conocidos (les recuerdo que antes no había celulares), que no habías visto por semanas.
Provengo de una familia de maestros rurales y recuerdo también el amor y la dedicación con la que preparaban todo para iniciar un nuevo ciclo, llevaban sus gises y cuando los años pasaron el plumón… hoy todo cambio.
Una brecha digital se agudiza y todos se esfuerzan en mantener ese puente de comunicación. Por un lado, los maestros/as muchos con poco o nulo manejo de nuevas tecnologías, con una impotencia de querer transmitir pero que se han visto rebasados por las TIC´s.
Se han hecho virales muchos videos que a más de uno nos han provocado un nudo en la garganta, donde maestros/as al borde del llanto frente a la pantalla de la computadora, dan su máximo esfuerzo para cumplir con su labor, aun con todas las dificultades técnicas y tecnológicas que eso implica.
Y del otro lado de la pantalla, la historia no es diferente, es un caos, muchos padres, madres o tutores deben salir a trabajar sin poder estar al pendiente de que los menores cumplan o realicen las actividades, esto, contrario a lo que el Secretario de Educación Federal propone, que los tutores acompañen el mayor tiempo posible a los niños y niñas, y súmenle que no todos tienen acceso a nuevas tecnologías que faciliten la comunicación y el aprendizaje, y si avanzamos más, los cientos de hogares con situaciones de violencia intrafamiliar que agudizan la deficiencia en el aprendizaje.
Sin duda, la magia del Primer día de clases se desvanece frente a la débil estrategia educativa, los resultados saldrán a la luz cuando en la próxima prueba PISA de la OCDE, se muestre el aún ya negro resultado que se prevé. Solo para recordar en la última Prueba Pisa se mostró que en México sólo el 1 % de los estudiantes de 15 años obtuvo un desempeño alto, mientras que 35 % no consiguió ni siquiera un nivel mínimo de competencia, y ya no abundamos en los resultados en matemáticas, ciencia y lectura, pero por ahí va el tema.
Como sociedad, nos resta ser empáticos, estamos por iniciar el que sin duda será el ciclo escolar más complicado del que tengamos memoria; afuera, un virus que nos está matando, adentro, un conflicto para mantener un puente de comunicación y que nuestros hijos/as continúen con su educación, a un lado el desempleo y el aumento de la violencia de género en muchos hogares.
No, no será fácil, pero si algo ha distinguido a los mexicanos, es su resiliencia y su solidaridad, en donde, como Nación, hemos tenido que estar unidos.
En el 2017, los Millennials, esa generación en la que pocos confiaban, fue pieza importante para levantar al país, hoy, nuevamente tenemos la oportunidad de ayudar, por esta razón, a quienes nos gusta o simplemente quienes tienen la facilidad de manejar nuevas tecnologías, de tener acceso a internet, los invito a que ayudemos, a ese vecinito, a esa ama casa, a ese maestro que se le dificulta usar Zoom o enviar un correo, créanme, esa acción, por muy pequeña que sea hará la diferencia.
Maestra, maestros, padres, madres y tutores mucha paciencia y feliz inicio de clases.