Las vacunas son hasta el momento la medida de prevención de cientos de enfermedades, por lo que no vacunarse es un acto de irresponsabilidad y negligencia sobre todo por parte de los padres de familia, quienes al final toman la decisión.
Aprendamos de esta contingencia, cuidarnos a nosotros es cuidar a los demás, que entre más y mejores prevenciones tomemos, mejor cuidaremos de nuestra familia y sobre todo a quienes son vulnerables a esta enfermedad.
Que quede claro, los padres que deciden no vacunar a sus hijos ponen en riesgo a otros menores que por problemas de salud no pueden ser inmunizados y esto es una responsabilidad civil e incluso penal.
Tomemos conciencia de esta situación, aquí es donde podemos ver que la irresponsabilidad de pocos se transforma en consecuencias negativas para muchos, por ello y hoy más que nunca sigamos las indicaciones de los expertos, estemos atentos a noticias de canales oficiales y dejemos a un lado los rumores, los chismes, dejemos de hacerle caso a los videos que nos pasan por redes, ya que lo único que provocan es pánico y desinformación.
Aun estamos a tiempo de que la curva de contagios disminuya, se actuó a tiempo pero no significa que debemos bajar la guardia, consumamos productos locales, ayudemos a quienes viven al día. Hoy debemos estar más unidos, abrazarnos a la distancia y desde nuestra trinchera hacer lo propio.
Si aún duda sobre la vacuna contra el sarampión, acérquese con su DOCTOR de más confianza, a las distintas instituciones de salud públicas y privadas, así podrá tomar la mejor decisión.
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