Lamentablemente la presunción de los números de esa mañana resultaron engañosos y Puebla registra una preocupante alza en las estadísticas que la colocan en la posición número tres de las entidades con el mayor número de contagios según lo expuso ayer el mandatario en su comparecencia; en la que habló de 824 contagios y 168 decesos ocurridos entre sábado y domingo.
Estos números mantienen en luz roja el semáforo sanitario COVID-19 y obligan a las autoridades a postergar el regreso a la normalidad.
La pregunta desesperada es: ¿Por qué?
La respuesta es una: por falta de colaboración y compromiso de la mayoría que sale a pasear y sin protección.
Esto pese a que son muchas las personas que tienen que salir para obtener el ingreso y asegurar la comida del día.
De continuar esta tendencia, los contagios y los decesos seguirán creciendo, la población disminuirá y la pandemia se extenderá un año y más.
El problema nos atañe a todos.
La solución nos atañe a todos.
La colaboración debe ser de todos, autoridades y sociedad, sumando a la iglesia.
Y ante todo, quienes salen deben obedecer las recomendaciones de protegerse para no contagiarse, para frenar la tendencia alcista de seguir propagando el virus que comienza a devorar las entrañas de la economía y nuestro futuro.