Sábado, 27 de Abril del 2024
Jueves, 05 Noviembre 2020 01:40

Un prófugo que dice que no es prófugo

Un prófugo que dice que no es prófugo Escrito Por :   Arturo Rueda

Creerle a José Juan, se dice, sería un acto de ingenuidad, porque nada garantiza que así como desapareció, reaparezca el día de los registros de candidaturas, por ejemplo, como abanderado del PES a la alcaldía de Puebla. O que un buen día, ya con amparo bajo el brazo, se aparezca en el Congreso para retomar su curul y dar por terminada su licencia


 

De las dos hipótesis manejadas alrededor de la licencia como diputado de José Juan Espinosa, si había decidido fugarse de la justicia o si había realizado un pacto con Casa Aguayo para desaparecer a cambio de que se frenaran todos los procesos legales en su contra, le cuento que todo pinta para la primera opción.

Es decir, no hubo negociación ni exilio pactado.

No se trata, por supuesto, de que José Juan haya ofrecido su licencia, su acto de desaparición, como una ofrenda de paz a Casa Aguayo.

El problema es que no le creen. De hecho, nadie le cree. Quizá ni Nancy de la Sierra, que no ha tuiteado nada en defensa de su esposo.

En efecto, como José Juan ha demostrado demasiadas veces no tener palabra y ser proclive a la traición, ningún proceso jurídico será frenado. Ni siquiera se quiso negociar con sus personeros.

Eso significa que la orden de aprehensión girada desde el TSJ sigue activa y que la ASE continuará auditando su gestión como alcalde de San Pedro Cholula, además de continuar impulsando la demanda penal por las facturas falsas.

Creerle a José Juan, se dice, sería un acto de ingenuidad, porque nada garantiza que así como desapareció, reaparezca el día de los registros de candidaturas, por ejemplo, como abanderado del PES a la alcaldía de Puebla.

O que un buen día, ya con amparo bajo el brazo, se aparezca en el Congreso para retomar su curul y dar por terminada su licencia.

O que un día de estos, apoyado por sus amigos de Acento 21, fabrique otro gran reportaje para el noticiero nocturno de Televisa.

Eso sí, el JJ dice que todavía se encuentra en territorio nacional.

Eso me escribió la tarde de ayer en mis redes sociales, descartando que se encuentra prófugo de la justicia, sino que sólo atiende sus asuntos legales ante “autoridades competentes”.

Y subrayó que se encuentra en México, lo que hace pensar que no está aquí.

Mejor ser un prófugo célebre al estilo Mario Marín, que un preso conocido, como Eukid.

¿Cuánto durará este mágico acto de desaparición?

El tiempo que la Fiscalía General del Estado tarde en ubicarlo, que puede ser poco tiempo o nunca, como en el caso de Javier García Ramírez.

Así de sencilla es la historia del prófugo que no es prófugo.

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