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Jueves, 10 Diciembre 2020 02:09

El Eukid de Armenta en el TEEP

El Eukid de Armenta en el TEEP Escrito Por :   Arturo Rueda

Nada tendrían de malo las aspiraciones del abogado Erazo a convertirse en magistrado electoral excepto por la mancha que lo acompaña: el audioescándalo que pasó a la historia de la infamia política cuando Violeta Lagunes y el propio Erazo supuestamente bromearon de forma macabra con matar a Barbosa con una inyección de miel. ¿Alguien que se involucra en ese tipo de actividades ilícitas, en esos complots, tiene la integridad para fungir como magistrado electoral?


 

Si el Senado de la República designa mañana al oscuro abogado Fredy Erazo como nuevo magistrado del Tribunal Estatal Electoral (TEEP), pese al veto público y privado que sobre tal personaje ha lanzado Luis Miguel Barbosa, tal hecho deberá interpretarse como un reinicio de las hostilidades, una declaratoria de guerra, de Alejandro Armenta Mier contra el gobernador.

 

Si Fredy Erazo llega al TEEP en la votación prevista para mañana, se romperá el hilo delgado de la tregua que el gobernador aceptó a petición directa, cuando el senador le ofreció que no haría movimiento alguno en territorio poblano sin enterarlo y pedirle autorización.  

 

Caso clínico de la política poblana, Armenta se convirtió en el nuevo General de la derrotas luego de perder en 2010 como dirigente estatal del PRI y en 2016 como coordinador general de campaña. Primero llevó a la picota a su ex compadre Javier López Zavala y después a Blanca Alcalá. Se volvió un apestado.

 

La suerte comenzó a sonreír al nuevo general de las derrotas cuando se vinculó a la campaña de Enrique Peña Nieto en 2012. Luego Osorio Chong le dio trabajo en Gobernación como Director del Registro Nacional de Población (Renapo) con el regreso del PRI al Gobierno federal.

 

Más tarde, el hidalguense le consiguió no sólo la candidatura a diputado federal por Tepeaca en 2015, sino que convenció a Rafael Moreno Valle de abrirle paso colocándole como rival al debilísimo Mario Rincón. Fue un favor personal que pidió el hidalguense.

 

A partir de ese momento, la carrera de Armenta se define por la traición. Por morder la mano que le da de comer. Hoy lame la mano de Ricardo Monreal, más tarde la morderá. Es su modus operandi de los últimos años.

 

Por culpa de sus berrinches, de su inestabilidad emocional, Armenta fungió como Don Nadie en esa Legislatura en San Lázaro. Sentía que tenía derecho a presidir una comisión, pero César Camacho lo ninguneó olímpicamente y lo dejó como un legislador más.

 

El resentimiento fue un monstruo que comenzó a crecer en el alma de Armenta contra sus ex patrones. Terminó hablando pestes tanto de Osorio Chong como de Peña Nieto. Al cerrar su capítulo con la traición al PRI, abrió otra traición al saltar a Morena en 2017 como candidato al Senado gracias al empuje de una pareja con quienes también ya se peleó: Dulce Silva y César Yáñez. Ellos lo acercaron a la 4T y ahora también han sufrido su traición. ¿Quién no?

 

En la guerra poselectoral de 2018 fue muy aguerrido, participó en la toma del hotel MM porque tenía un plan macabro: que se repitieran las elecciones de gobernador y quitarle a Luis Miguel Barbosa la candidatura de Morena. Casi se le hizo.

 

Después del helicopterazo de ese año, en 2019 se propuso quitarle a Barbosa la candidatura a la gubernatura, por las buenas o por las malas.

 

Por las buenas lo hizo compitiendo en la encuesta de Morena y acudiendo a todas las instancias electorales para revertir la designación de Barbosa como candidato. En el camino se desbocó por su propia inestabilidad emocional, le jalaron las orejas y lo bajaron.

 

Por las malas, hizo alianza con los grupos residuales del morenovallismo como Eukid Castañón, pues ambos trabajaron en común a través del delincuente conocido como El Grillo para liquidar, asesinar a Barbosa. Son hechos documentados por inteligencia del Gobierno federal, no inventos ni política ficción.

 

El intermediario de Armenta con esos grupos residuales del morenovallismo y con células criminales siempre fue el mismo: el abogado Fredy Erazo, el hombre que se encarga de todos sus trabajos sucios. Fredy, metafóricamente hablando, es el Eukid de Armenta.

 

Nada tendrían de malo las aspiraciones del abogado Erazo a convertirse en magistrado electoral excepto por la mancha que lo acompaña: el audioescándalo que pasó a la historia de la infamia política cuando Violeta Lagunes y el propio Erazo, supuestamente bromearon de forma macabra con matar a Barbosa con una inyección de miel.

 

¿Alguien que se involucra en ese tipo de actividades ilícitas, en esos complots, tiene la integridad para fungir como magistrado electoral?

 

Sólo en la mente alucinada de Alejandro Armenta Mier.

 

 

En público, el gobernador ya mostró su veto hacia Erazo como nuevo magistrado del TEEP.

 

En privado, ya mandó a avisar a Ricardo Monreal y al propio Armenta de cómo interpretará esa designación.

 

El jueves ya sabremos de qué tamaño es la obsesión de Alejandro Armenta Mier por convertirse en gobernador.

 

Es cuánto.

 

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