Una guerra por el control de la plaza en San Andrés y San Pedro Cholula entre Los Sinaloas y Los Cholos es el móvil detrás de ataque en contra de dos hombres y una mujer el pasado sábado en la madrugada en el Bar Cholulitas Terraza.

De acuerdo con información del columnista Alfonso Ponce de León, en el ataque armado frente al bar Cholulitas, se encontraba un ex agente de la Policía Federal de nombre Alejandro N., a quien le apodan El Cachorro, líder de la banda de Los Sinaloa.

Un intento de ajuste de cuentas encierra la agresión armada, ocurrida durante los primeros minutos de la madrugada del sábado 7 de marzo, frente al bar Cholulitas Terraza, de la 14 Oriente, 401, de la colonia San Juan Aquiahuac, de San Andrés Cholula, la que dejó el saldo de dos hombres y una mujer heridos por disparos de arma de fuego.

Dos hombres en una motocicleta llegaron y desde la vía pública dispararon contra un sujeto que había salido del bar, pero en su precipitada acción hirieron a dos más.

El blanco de los dos sicarios era un hombre que le apodan El Chilango, integrante de Los  Sinaloa, que operan en delitos de narcomenudeo, además de extorsión y otros de índole federal, en el municipio de San Pedro Cholula.

Los dos tiradores, serían integrantes de otro grupo delictivo que se hace llamar Los Cholos, que operan, con los mismos delitos que los primeros, pero en el municipio de San Andrés Cholula.

Cuando ocurrió la agresión, dentro del antro en cuestión se encontraba un ex agente de la Policía Federal de nombre Alejandro N., a quien le apodan El Cachorro, quien es líder de la banda de Los Sinaloa, además de varios integrantes de su escolta personal, entre estos el mismo Chilango.

Las rencillas entre ambos grupos criminales es porque Los Sinaloa, fueron responsabilizados de las ejecuciones violentas de un pakistaní y un colombiano, ocurridas semanas antes en diversos puntos de San Andrés Cholula.

El motivo, es que ambos mantienen una cerrada lucha por el control de las drogas en la zona de las dos cholulas.

Con información de la columna Porque los muertos corren rápido de Alfonso Ponce de León.