Indignación y tristeza se hicieron presentes en el sepelio de Gaudencia e Iván quienes fueron asesinados el pasado sabado en Atlixco, en el interior de una unidad de transporte público, durante su entierro la desolación en su esposo y sus padres fue latente.
La sociedad entera se ha volcado en contra de las autoridades, en el caso de Atlixco exigen más seguridad y en el caso de Huaquechula, de donde ella era originaria, nadie del ayuntamiento se ha acercado a ayudar a la familia.
Algunos compañeros del trabajo de Gaudencia fueron los que se cooperaron para ayudar en los gastos, algunos empresarios y conocidos son quienes se han sumado para poder hacerle frente a los gastos, pero el resto permanece haciendo mutis.
La indignación sigue creciendo y ya se dio a conocer que entre varios inspectores y autoridades auxiliares realizarán una reunión para pedir una estrategia diferente y evitar que vuelva a suceder otro hecho como este.
Yessica Ayala /Huaquechula
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