En las últimas 24 horas Puebla alcanzó la cifra más alta de hospitalizados por COVID-19 durante la pandemia al atender a mil 18 pacientes, de acuerdo con el reporte de la Secretaría de Salud, por lo que la demanda médica comienza a superar la capacidad de los nosocomios del estado.
Si hay mil 18 poblanos hospitalizados en este momento, eso significa que en las calles de Puebla hay alrededor de 6 o 7 mil contagios positivos. Muchísimos más de los que ha logrado identificar el gobierno estatal. La versión de la meseta es un engaño estadístico
De acuerdo con el ranking nacional de casos COVID que emite el Igavim, con corte al 19 de julio, el municipio de Puebla es la segunda localidad con más casos acumulados, con 10 mil 391
A través de los Datos Abiertos que emitió la Federación, al corte del 18 de julio se registraron 12 mil 830 personas, residentes, originarios y que fueron tratados en algún centro de salud de Puebla, de los cuales se enumeraron mil 660 defunciones
En el mapa COVID-19 Monitoreo de Casos en México por Estados, Puebla se situó en la décima posición en cuanto a casos activos
Para el 1 de agosto, es decir en 15 días, el estado acumulará un total de 2 mil 633 muertos con un margen de entre 2 mil 179 a 3 mil 308, cifras factibles de alcanzar de seguir con los mismos promedios de defunciones de los últimos días
A punto de superar las dos mil muertes por COVID-19, Puebla ya rebasó las defunciones que se han presentado en países como Argentina, Polonia y Ucrania, entre otros, que tienen hasta siete veces el número de habitantes de la entidad, como el caso del país sudamericano que tiene 44 millones de habitantes y sólo mil 968 muertes a causa del virus.
En entrevista con CAMBIO, la policía municipal de Puebla, Andrea, a quien así nombramos por temor a represalias, narró el miedo que pasa a diario en medio de la contingencia sanitaria
El pasado sábado se agregaron 18 defunciones, el domingo se hubieran reportado 19 y este lunes únicamente se agregaron 6 defunciones concentrando 43 durante el fin de semana
Cuando cruzábamos vasos, abrazos y repetíamos la trilladísima frase “que el año nuevo, el 2020 sea mejor, haya prosperidad y salud”, qué lejos estábamos de percibir la caótica realidad que nos aguardaba el 2020, con todo y que ya comenzaban a llegarnos desde Asia noticias sobre el surgimiento de un endemoniado virus microscópico que marcaría un parteaguas en el rumbo y ritmo que llevaba la humanidad.