“Se quejaba de que requería más alimentos de lo que nosotros proveíamos, que se le había prometido carnes rojas, chef, servicio de limpieza, atención personalizada”.

Así revictimizó Mayte Rivera Vivanco a la mujer identificada como ‘Maya’, víctima de violencia de género que se albergó en el Refugio Temporal y que abandonó 23 días después ante los maltratos y humillaciones que sufrió en el lugar.

Maltrato adentro del refugio temporal para víctimas de violencia de género y maltrato afuera. El gobierno municipal se le fue a la yugular tanto a la mujer víctima como a la activista Raquel Carrera del colectivo Sorora para defenderse, poniendo en duda su versión de los hechos pese a que uno de los principios de la causa feminista es siempre creerles a las víctimas.

Mediante una carta aclaratoria dirigida a CAMBIO para justificar los maltratos firmada por Magaly Herrera, afirmó que la víctima tuvo un trato “hostil” contra las funcionarias del albergue y la acusó de poner en peligro a otras víctimas al revelar identidades de otras personas.

La acusación la extendió contra la activista, a quien también señaló de revelar datos sensibles, pese a que en la propia carta es el Ayuntamiento el que provee las iniciales de la mujer agredida identificada periodísticamente con el seudónimo de ‘Maya’ y la pone en riesgo de ser identificada.

En esa misiva calificó de mentirosa a la activista Raquel Carrera y solicita que interponga denuncias porque afirma “hechos que no les constan por no ser una persona beneficiaria”.

Revictimizar a la víctima sin explicar maltratos

En la carta enviada a CAMBIO, el gobierno de Claudia Rivera evita responder acerca del trato indigno que reciben las mujeres que acuden a refugiarse al DIF Municipal y que fue el tema medular del reportaje que publicó esta casa editorial.

Tampoco responden acerca de la falta de atención psicológica que enfrentan las mujeres que ahí acuden, pues a pesar de que en el Reglamento del Refugio Temporal de Atención se asegura que tendrán diferentes tipos de terapias para evitar que las mujeres vuelvan a padecer situaciones de violencia, sólo se les ofrece una hora a la semana con una especialista.

La aclaración se limita a explicar que durante los 23 días que la mujer permaneció en el refugio se le brindaron tres comidas y dos colaciones diarias, apegadas a un régimen nutricional saludable, así como hospedaje, acceso a servicio médico, jurídico, psicológico y trabajo social, respetando su dignidad humana en todo momento.

No obstante, la explicación oficial dista mucho de los testimonios que CAMBIO consignó y de los cuales existe constancia.

Mujer violentada pedía más comida: así justifica Mayte Rivera maltrato a mujeres en refugio

Al respecto, Mayte Rivera Vivanco, presidenta de DIF Municipal, salió en defensa del Refugio al asegurar que una de las víctimas entrevistadas por CAMBIO emprendió el éxodo por ambicionar la degustación de carne tres veces al día.

En una entrevista concedida a un medio de comunicación afín al gobierno municipal, a pesar de que el reportero de CAMBIO también estaba ahí presente, Rivera Vivanco puso en duda la declaración de la víctima y no aclaró los malos tratos que recibió la mujer, mismos que motivaron de su salida.

Además, también acusó que la activista Raquel Carrera, de la organización Sorora, Mujeres en Desarrollo, engañó a la víctima con falsas promesas para que ingresara al Refugio y que por ello la poblana se salió del recinto.

“A ella se le prometió que al ingresar al albergue a través de la activista se le iban a proveer carnes rojas, chef o cocina abierta, servicio de limpieza, atención personalizada”, dijo Mayte.

Al igual que en la carta aclaratoria, Mayte Rivera Vivanco tampoco negó que las mujeres que ingresaron a este Refugio del Ayuntamiento de Puebla sufrieran de malos tratos, pues además de violentarlas psicológicamente las obligan a fregar los pisos hasta tres veces al día y recibir terapia únicamente un día a la semana.