“No es culpa del gobierno que haya empresas no esenciales laborando, es culpa de la irresponsabilidad de los encargados de negocios que no quieren cerrar”, mencionó Lucía Hill Mayoral, coordinadora general de Protección Civil del Estado; quien a su vez dio a conocer que se han inspeccionado 911 comercios para determinar si son fundamentales o no, de los cuales se han clausurado únicamente 27.

A través de una transmisión en el Facebook oficial de la Secretaría de Trabajo, Hill Mayoral aseguró que aún existen comercios que no son considerados esenciales que continúan laborando y esto se debe a la falta de empatía en los patrones, ya que son estos los que no permiten que sus negocios cierren, poniendo en riesgo a los empleados, a sus familias y la sociedad en general de adquirir COVID-19.

Asimismo, mencionó que la Secretaría de Gobernación, a través de Protección Civil, se ha coordinado con la Secretaría de Salud mediante la coordinación de Riesgos Sanitarios y la Secretaría de Trabajo, por medio de la dirección de Inspección para revisar un total de 911 establecimientos, de estos sÓlo 27 han sido clausurados por seguir operando a pesar de no realizar actividades esenciales.

“Sí hay empresas no esenciales trabajando, no es culpa del gobierno es parte de la irresponsabilidad de las personas, la verdad es que debe ser un tema de responsabilidad individual y social, el compromiso que tenemos con nosotros, nuestras familias y la gente con la que convivimos todos los días (…) hasta el momento se han revisado 911 establecimientos y se han clausurado 27, de manera conjunta con las Secretarias de Gobernación, Trabajo y Salud”, refirió.

El 23 de marzo pasado, el gobierno del estado emitió un decreto para que todos los establecimientos que no fueran considerados como indispensables dejaran de laborar como medida para prevenir contagios de COVID-19 en la entidad, señalando que los únicos sectores que podían continuar operando eran los que garantizaran los servicios de salud, transporte y necesidades básicas, como supermercados y farmacias.

Sin embargo, como fue transcurriendo la pandemia este decreto se tuvo que modificar para extender su duración, ya que en primera instancia era hasta el 19 de abril, y se prolongó hasta el 31 de mayo para que coincidiera con el fin de la jornada de Sana Distancia del gobierno federal, mismo que determinó que otros sectores como el de la construcción y la industria automotriz también pasarían a ser consideradas actividades fundamentales.