“Tenía miedo, estuve a punto de morir en dos ocasiones, bajé 20 kilos, aún no respiro bien. Vi a más de cinco personas morir por COVID-19”, así narró Julio Toxqui Montes su calvario al estar por 21 días internado en el nosocomio de Cholula, pero aun así dice “le doy gracias a Dios por estar vivo”.

Toxqui trabaja como administrativo del área de mantenimiento del Hospital General de Cholula, y narró a CAMBIO su padecimiento por este virus, ya que estuvo internado por 21 días en el nosocomio, así como sus síntomas.

“Yo empecé desde el 15 de marzo con síntomas como dolor de garganta, temperatura y perdida del olfato y del gusto, me dieron un analgésico con paracetamol, pero la segunda semana fue agresiva la molestia, pensé que era una gripa común, el día lunes 30 de marzo y los primeros de abril estuve bajo tratamiento más fuerte, sin embargo, todavía me presenté a trabajar, pero no pude y me retiré a mi casa”, comentó a esta casa editorial.

Iniciando el mes de abril, Julio César comenzó con problemas más severos de salud, por lo que su médico de cabecera le señaló que probablemente tenía COVID-19 y era necesario que fuera atendido para evaluar su salud de manera más directa, sin embargo, desde ese día no salió del hospital.

“No lo creía, pensé que era una gripa, el mismo día de la visita de mi médico me esperaron en el hospital para ingresarme, me llevó mi hijo y esposa, pasé por un filtro, me dieron una bolsa para meter mis pertenencias y estuve acostado en una camilla esperando, a los 15 minutos la doctora Villegas me trasladó a un grupo de choque, hasta el día domingo 5 de abril me hicieron la prueba de coronavirus, ahí comencé a presentar fiebre más alta, me sacaron una placa de tórax y se dieron cuenta que tenía un cuadro de neumonía, todavía no podían decir que era COVID-19 porque los resultados tardan tres días”.

Al subir a piso en la cama 235, tres días después de realizarle la prueba siendo el miércoles 8 de abril, Julio César comenzó a presentar síntomas más graves, como diarrea, comenzó a faltarle el aire, le costaba trabajo tragarse las pastillas y comenzó a ahogarse, siendo la primera vez que estuvo al borde de la muerte.

¿Qué viviste durante los 21 días que estuviste internado?

Es un ambiente horrible, pero triste más que nada, cuando llegué el primer día murieron dos personas de coronavirus, ves mucha gente morir, es feo que en el mismo cuarto donde estas poco a poco vas viendo cómo van sacando los cuerpos de los que no resistieron, tres, cuatro personas, yo estuve aterrado, tenía miedo de no ver a mi familia porque los médicos no veían avance en mí, escuché entre pláticas que un señor de 37 años falleció, un chavito de 20 años que murió por tener SIDA, provocando que esta enfermedad se le complicara de más.

¿Te sentiste al borde de la muerte?

Claro, más cuando veía mucha gente morir, alrededor de seis personas tuve conocimiento de que murieron, en dos ocasiones sentí que moriría cuando me desesperé de que no podía respirar, ya me estaba dejando vencer, era como si tuviera una bolsa de plástico en la cabeza y te sacaran el aire, es algo horrible, también dejé de perder el miedo por lo mismo, ya no sabía qué hacer.

¿Cuáles fueron las secuelas que te dejó esta enfermedad?

Perdí como 20 kilos, pesaba 96 kilos, cuando salí pesaba 78, tenía obesidad, cambié mi forma de alimentación, también mi pulmón sigue pegado, todavía no puedo respirar bien hasta la fecha, luego se escucha como se jala mi pulmón como un vacío, también la pierna del lado derecho siento un pequeño hormigueo tengo la sensación, además las glándulas salivales producen menos saliva, pero es por el medicamento que utilizaron por hipertensión.

¿Cuáles fueron los primeros síntomas ya en el hospital?

Yo solo escuché como la doctora dijo, ahora viene lo más crítico, inmediatamente al siguiente día comenzó a faltarme el aire, tenía temperatura, dolor en cuerpo y cabeza, no quería comer, al darme el tratamiento que es por pastillas ya no podía tragármelas, sentí como mi garganta se cerraba, me ahogue, me revivieron, pero ya no sentía fuerzas de seguir, sólo comía gelatina.

Comencé a desesperarme, el enfermero al ver que me faltaba el aire le subió al oxígeno al máximo para que pudiera respirar, yo sentí que los pulmones se me pegaron y no podía jalar aire, aunque tuviera el oxígeno, ya quería que me intubaran, pues no podía respirar bien, me ayudaron a controlarme y cuando me calmé pensé que esta enfermedad no me iba a vencer y traté de comer mejor para no estar tan débil sino, no iba a lograrlo.

¿Cuál fue el tratamiento que te dieron en el Hospital?

El día 11 de estar internado me llevaron a terapia intensiva, me dijeron que me iban a dar un tratamiento con aparato de alto flujo que mi hijo rentó por 10 mil pesos porque el hospital no lo tenía, me lo conectaron, lo utilice un día, pero no hubo mejoría, también medicamento para que mi tratamiento pudiera continuar, cuando salí de estar internado me dieron un tanque de oxígeno por tres meses para terminar mi recuperación.