Patricia es la médico internista del IMSS que todos los días lucha contra el COVID-19. El testimonio de esta joven narra que nunca pensó vivir en dos pandemias: influencia (H1N1) y coronavirus (SARS-CoV-2), pero la última es más agresiva, pues desintegra el núcleo familiar. Ha visto pacientes morirse, pero también recuperarse.

En entrevista con CAMBIO, la heroína que utiliza bata blanca en el nosocomio, narró su experiencia al estar en la primera línea de batalla contra el virus, siendo testigo de pacientes que exitosamente han salido del hospital y otros lamentablemente fallecen.

La médico internista que por seguridad no quiso revelar en qué municipio de Puebla se encontraba laborando, compartió que para ella es una gran responsabilidad tener a pacientes con esta enfermedad al ser una bacteria nueva y viendo como cada mes los contagios van incrementando.

Desde el marzo no ve a su familia, teme contagiarlos

“Del mes de marzo a abril tuvimos cambios drásticos de higiene, con todo lo de la pandemia al ser una enfermedad nueva nos enfrentamos desde utilizar correctamente el material de protección, el que los pacientes no vean a sus familias repercutiendo en su recuperación e inicialmente algunos en abril salieron en las pruebas negativos, pero ya de mayo a junio salieron positivos”.

Además, confesó que el equipo de protección es bastante incómodo, además de que no ha visto a su familia desde el mes de marzo que inició la pandemia, pues no los quiere poner en riesgo y optando por la única opción de verlos a través de una videollamada.

“El uso del equipo es de muchos cuidados e incómodo porque produce sudoración, no vemos bien, tenemos que lavarnos las manos constantemente, es un caso extremo de sanidad, siento feo porque dejé de ir a mi casa desde marzo con el fin de no llevar el contagio, como estoy con pacientes directos de COVID, sólo los veo por videollamada y así he estado; es triste pero en el hospital se te pasa con tus compañeros y al menos te haces compañía, es como tu segunda familia”, comentó.

Vemos ingresar de 15 a 20 contagiados

Al igual, narró que en un turno ha visto ingresar entre dos o tres pacientes por día, recordando que también presenció dos pandemias siendo la de la influenza en el año 2009, pese a ello, aseguró que los contagios no se comparan siendo para todos sus compañeros una responsabilidad muy grande para salvar la vida de los pacientes.

“Hemos tenido dos pacientes hombres que fallecieron y tuvieron una neumonía atípica agravada por el cuadro de COVID, hemos visto un incremento en la mortalidad, es demasiado ver dos o tres pacientes en el hospital contagiados que ingresan, también estuve en el brote de influenza teniendo en este nosocomio entre 15 o 20 contagios, sin embargo, en este 2020 hemos tenido desde 54 a 60 pacientes contagiados, esto es grande para el hospital y para nosotros, no me imaginé vivir dos pandemias pero no nos queda de otra que apoyarlos, para eso estudiamos esta hermosa carrera, aquí es más fuerza mental, tenemos que estar preparados”, recordó.

No tenía ninguna comorbilidad y aún así falleció

Por último, compartió un caso que la ha dejado marcada, con un paciente de 63 años de edad que sin tener una comorbilidad falleció por COVID-19, por lo que exhortó a la población a ser responsables y también informar cuando están contagiados de coronavirus.

“Me marcó mucho un caso de un paciente de 63 años de edad, sin ninguna comorbilidad, totalmente sano pero su antecedente de exposición fue en su trabajo porque se dedicaba a ser electricista, llegó al lugar a brindar sus servicios con gente con diagnóstico positivo de COVID pero no le dijeron, llegó muy grave al hospital con insuficiencia respiratoria, se le sometió a un ventilatorio mecánico y a pesar de que hicimos todo lo posible, falleció”, finalizó.