A tres años de que el IMSS adquirió el predio y el edificio donde está ubicado el Centro Internacional de Medicina (CIMA) en San Andrés Cholula, el inmueble permanece como un elefante blanco, mismo que el instituto comenzará a modificar hasta 2021 como parte de sus proyectos para que funcione como oficinas administrativas, aunque al igual que el Hospital en Amozoc y San Alejandro, permanece en incertidumbre.

El pasado 9 de noviembre de 2017 el director en ese entonces del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Miker Arriola Peñalosa, anunció que se compraría el edificio y predio antes mencionados por un valor total de 400 millones de pesos, mismo que se acordó que sería el sustituto de San Alejandro, cuya estructura quedó severamente dañada con el sismo de ese año.

Tras sismo, recurren a comprar predio

Luego de que el Hospital de San Alejandro fuera declarado pérdida por el sismo del 19 de septiembre de 2017 surgió la interrogante de cómo se daría abasto a la demanda de derechohabientes del IMSS, para lo cual el director en ese momento por parte del Gobierno de Enrique Peña Nieto anunció que se compraría un predio en donde estaba ubicado ya el CIMA al Grupo Medicus.

En aquel momento, el delegado del IMSS en Puebla, Enrique Doger Guerrero, prometió que estaría listo en meses, además de que dentro de la extensión de seis hectáreas se construiría la torre de ginecología y pediatría. Contemplaban que CIMA tuviera una capacidad de 240 camas más 200 de las torres que pudieran satisfacer la demanda al mismo número de San Alejandro.

Los empresarios, por su parte, se encontraron con un “negociazo” ya que los dueños de Grupo Medicus adquirieron dicho terreno por un valor de 4.8 millones de pesos, además de una hipoteca de 12 millones de dólares para construir dos edificios, mismos que actualmente siguen en abandono.

Transición del gobierno federal provoca aplazar la obra

Sin embargo, llegado el plazo de los 11 meses, es decir, en octubre de 2018, no se desarrolló ninguna obra o modificación al edificio para que funcionara como hospital, ya que la transición en el Gobierno federal y las diferentes situaciones en las que se vio envuelto este edificio, tales como una supuesta venta ilegal, provocaron que en proyecto se fuera aplazando.

En aquel momento, CAMBIO recorrió las instalaciones de CIMA, mismas en las que fueron eliminadas paredes, quedando sólo la estructura para funcionar como el Hospital de San Alejandro. Previo a esto, el entonces director del IMSS, Tuffic Miguel Ortega, volvió a dar largas y dijo que sería hasta 2019 cuando comenzaría a operar.

Delegado reveló en 2019 que compró un edificio dañado

Ya en marzo de 2019, el IMSS decidió cancelar el proyecto de reconstrucción de San Alejandro y CIMA con un recurso federal etiquetado por mil 647 millones de pesos a la empresa Sacyr, situación que nuevamente congeló la obra para la rehabilitación del edificio y adecuación.

Por si esto fuera poco, en junio el delegado del IMSS en Puebla —en ese entonces José de Jesús González Izquierdo—  reveló que el inmueble adquirido en 2017 tenía daños estructurales, por lo que debería ser demolido y reedificado, pero prometió que tendría 260 camas censables y que la obra comenzaría a finales de 2019 o principios de 2020.

En ese mismo mes el funcionario declaró que la empresa que ya había ganado la licitación para San Alejandro y CIMA había detectado daño estructural en el edificio, aunque en aquel momento protegió al IMSS por la adquisición edificio en este estado, pues descartó que haya existido corrupción por este hecho.

Ya bajo la dirección de Zoé Robledo Aburto, actual director del IMSS, indicó que se investigaría por qué razones se adquirió el inmueble con daños, indagatoria que a la fecha no ha arrojado ningún resultado, además de que reiteró que se contemplaban tres proyectos: San Alejandro, CIMA y un hospital nuevo en Amozoc.

Ningún avance en 2020; obras tendrán que aplazarse hasta 2021

Para 2020, durante una visita que hizo el director a las instalaciones de San Alejandro en donde anunció que la Sedena se encargaría de los trabajos, declaró que los 427 millones que se gastaron para comprar dicho predio e inmueble fueron un desperdicio, por lo que se harían las gestiones para que funcionara como un edificio administrativo.

El pasado mes de septiembre, CAMBIO nuevamente visitó las instalaciones, las cuales se encontraban inundadas, en total abandono y sin mantenimiento, sin ninguna certidumbre, en parte por la contingencia sanitaria del COVID, por lo que será hasta el 2021 que continúe la obra, aunque este año el IMSS exhibió todas sus deficiencias y la falta de un inmueble para abastecer de atención a los pacientes con coronavirus.