Miercoles, 17 de Abril del 2024
Martes, 30 Marzo 2021 01:23

La Estanflación

La Estanflación Escrito Por :   Silvino Vergara

«El Estado que acaba convertido en un instrumento del mercado y de su consiguiente proceso de reducción de todas las esferas de lo público». Ricardo Forster


 

Dos crisis económicas que pueden presentarse simultáneamente es lo que está sucediendo actualmente en México: estancamiento económico e inflación. Por un lado, el estancamiento de la economía se debe a la ausencia de actividad económica, cuya causa es una clara visión que hay de la nación por la cual los inversionistas extranjeros no pretenden poner sus ojos en México (clara visión que no tienen los propios mexicanos). Todo daba a entender que un gobierno de tendencia de izquierda lo primero que propondría es que el trabajo, las licitaciones, la obra pública, los proyectos fueran adjudicados a nacionales y éstos los desarrollaran, es decir, que empresas medianas y pequeñas mexicanas impulsaran su propio crecimiento y, con ello, el empleo; pero no ha sido así. Éstas empresas están quebradas más por las políticas que por la propia pandemia (así de dramática es la realidad económica). Situación que, desde luego, se vislumbra con el aumento del desempleo y la deserción escolar. Y aunque vemos, por ejemplo, que los últimos datos puestos en los medios de comunicación dicen que la deserción escolar, en principio, es causada por la pandemia, también se debe a razones económicas. De inicio, no todos los hogares pueden tener una computadora para cada hijo ni un buen servicio de Internet. Todo ello cuesta y se ha convertido en la principal causa de la deserción escolar en todos los niveles y en escuelas, sean públicas o privadas.

 

Por otro lado, estamos en una estanflación, en un estancamiento económico con inflación (que, por cierto, se dio por primera vez en Inglaterra en la década de los sesenta del siglo XX, debido a una de las recurrentes crisis petroleras), la cual no se ve en boletines oficiales, sino en la calle, donde se puede observar que cada día aumenta más el precio de los productos de la canasta básica. Desde luego que para esta crisis económica tan atípica hay muchas respuestas y opiniones, pero lo que dan las voces oficiales no son respuestas, sino simples pretextos.

 

Verdaderamente, si hubiera voluntad de sacar de esta crisis al país, se requiere al menos —aunque hay muchas cosas de fondo por hacer— iniciar con lo más fácil. Sin embargo, a veces, pareciera que en las propuestas políticas se busca seguir el ‘principio’ de ‘hacer las cosas fáciles muy difíciles’. En primer término, la gente no está satisfecha con estirar la mano y recibir una dádiva o pensión, sea para los jóvenes o para los mayores de edad; pues el mexicano no es así. Nuestra idiosincrasia dice que somos un pueblo de esfuerzos. Por ende, más que la ayuda económica sin contraprestación alguna, lo que se requiere es que la población, el ciudadano de a pie se sienta útil para vivir; y esto se da permitiendo ejercer el derecho de autonomía, desconocido por el sistema o, por lo menos, encubre su conocimiento de él muy bien.

 

Lo que se requiere, como parte muy importante, es que se deje de legislar sobre que lo licito se vuelva ilícito, es decir, que cada día se asfixie más al particular con permisos, licencias, autorizaciones para, simplemente, trabajar y ganarse la vida; ya que obtener todo ello es imposible si no es mediante la corrupción. Lo que se requiere es permitir que los particulares puedan, con sus libertades y el denominado ‘ingenio mexicano’, crear sus negocios, sus actividades lícitas, ejercer sus profesiones y, principalmente, que el sistema les permita trabajar.

 

Pero también, para ello, se requiere que los titulares del sistema actual dejen un poco a un lado la persecución emblemática a los corruptos. Esto se debe de hacer y es correcto —por ello, tantos millones votaron a favor de la transformación—, pero no debe ser el único propósito de los gobiernos ni la única función del Estado; ya que éste debe actuar en diversas áreas y acciones. Solamente hablar de los corruptos no es suficiente para activar la economía ni darle de comer a la gente, menos aún, para adquirir el dinero de tantos y tantos subsidios. Lo que preocupa es que seguir investigando exclusivamente la corrupción de las administraciones pasadas da a entender que es la única justificación de las instancias superiores del sistema, y que lo demás es lo de menos. Por ello, con cosas muy sencillas se logra la ‘anhelada transformación’, es decir, salir de la crisis de la estanflación. (Web: parmenasradio.org).

 

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