Edgar Garmendia de los Santos tardó mucho en responder a las acusaciones. Aquel que se mostraba tan atingente y presuroso para convocar a reuniones en favor de Claudia Rivera Vivanco, desapareció de la escena por varios días.

El episodio fue un exceso por parte de Rosas Rosas, quien no acaba de asimilar la situación en que se encuentra. Otrora lugarteniente de García Luna y operador de una falsa política de seguridad nacional, Facundo fue traído a Puebla por recomendación expresa de Genaro y en ese momento se desbordó la industria criminal del huachicol.

Generoso lector, desde siempre Cúpula aborda temas políticos; pero por el momento el escenario está en una pausa; el PAN ya designó a Eduardo Rivera Pérez y en Morena sigue el jaloneo entre Claudia Rivera Vivanco (y el padrino que le asesora) en contra de Gabriel Biestro. La disputa continuará hasta principios de abril y quien resulte ungido quedará severamente raspado.

Lo que viene de ninguna forma será un día de campo. El encono, los resentimientos y fobias habrán de campear en los meses del proceso electoral. Y el mismo fenómeno veremos tanto en el PAN como en Morena.

Tal parece que son dirigidos desde ultratumba; todo indica que desde ‘el más allá’ se siguen dictando las pautas de lo que queda del bloque morenovallista.

En horas recientes trascendió la reunión que convocó Edgar Garmendia de los Santos y en la que Mario Bracamonte no fue requerido. De hecho, fue la formal instalación de un frente, un bloque anti Biestro.

A nivel nacional se recrudece la inseguridad y la violencia. La masacre de 19 personas -la mayoría migrantes guatemaltecos-, en el municipio de Camargo, Tamaulipas es la evidencia de un incremento en la actividad del crimen organizado.

Lo que sucede en el partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, en Puebla capital es exactamente lo mismo que ocurre en numerosos municipios del país.

Quedó claro quién manda en el estado.

El marinismo fue toda una generación; una auténtica clase política.