Mucha gente que con todo el esfuerzo construye imperios los ve derrumbarse cuando se retiran o si fallecen, muy pocas son las empresas que pueden salir a flote, esto puede ser porque el personal sabe perfectamente lo que hay que hacer, o corren con la gran fortuna de ser rescatados por alguien con visión y gran pasión por el giro comercial.

Un alto porcentaje de las empresas en México son familiares, mismas que comenzaron por algo muy pequeño y que poco a poco fueron consolidándose en el gusto del mercado, pero pocas hablan de la sucesión.

En algunos casos, el negocio sobrevive a la segunda generación, pero muchas veces desaparece en la tercera o, incluso, decrecen considerablemente en la segunda, cuando la falta de continuidad del objetivo inicial se pierde.

Por ello, es muy importante considerar aspectos como la profesionalización y definición de roles para que así, sin importar si es un miembro de la familia o no, se cumplan las tareas de forma efectiva.

Así como se hace selección de personal al momento de ampliar nuestro equipo de trabajo, se deben considerar los perfiles de los posibles sucesores, o crear un organismo regulador para que, como grupo o sociedad, se tomen decisiones y se planee el futuro del negocio.

Si ves interés y talento en algún miembro de tu familia, platica el tema e involúcralos poco a poco para que conozcan cómo se maneja la empresa y el personal se familiarice con ellos de forma empática; y no los vean como sólo los hijos o familiares del dueño.

Debemos estar abiertos a la posibilidad de que nadie más de nuestro círculo familiar se interese por continuar el negocio, por ello, si tu interés es mantenerlo para que sea la fuente de ingresos de tu familia, deberás pensar en una estructura horizontal; de manera que aunque exista una dirección general los accionistas sean quienes tomen las decisiones, o en su defecto ser flexible para evolucionar y no morir.

Muchas veces al momento de recibir las riendas de un negocio se tiene la equivocada concepción de heredar un cajero automático que sólo da dinero; y se omite todo el trabajo y la responsabilidad que hay a su alrededor.

Por lo tanto, debes considerar todo esto para poder mantener vivo el fruto de tu esfuerzo, dedicación, pasión y sacrificio, logrando que alguien más se inspire con ello para ser un… UNIVERPRESARIO.