En el ámbito industrial y en muchas áreas hemos visto máquinas que ensamblan cientos o miles de productos en cuestión de horas mientras que una persona puede hacer sólo decenas o un par de centenas en todo un día y eso, al final, modifica significativamente el costo total.

La aparición de la inteligencia artificial pareciera que nos saca del juego a los seres humanos; gente conectada a un dispositivo móvil en vez de verse físicamente, robots limpiando casas, entregando paquetes, computadoras piloteando naves, máquinas preparando alimentos, bocinas arrullando bebés, pero aun así, hay áreas que no se han podido sustituir y en este mundo cada vez más frío y distante, las habilidades blandas nos hacen más valiosos a los seres humanos.

Para empezar, vale la pena definir qué son las habilidades blandas, son todas esas capacidades y habilidades que nos permiten relacionarnos de forma efectiva con el resto de los individuos involucrando nuestra comunicación, experiencias, creatividad, emociones y más para lograr acciones concretas.

De tal suerte que, aunque exista una máquina que pueda hacer toneladas de papas fritas, nadie te las despacha como la señora de las papas que te conoce desde que salías de la primaria y sabe que te gustan con salsa casera.

Esto traducido a las diferentes profesiones, nos debe dar un enorme aliciente porque mientras algunos trabajos son reemplazados por maquinaria, muchos otros jamás podrán hacerlo y en esta dinámica, como en una selección natural, sobrevivirán los que mejor se adapten a los cambios.

Esto se puede traducir también al terreno de los negocios, donde hemos visto que tras la pandemia, el consumo ha migrado de nuevo a la emoción por lo local, por lo cercano y muchas de las enormes cadenas y marcas, por las condiciones de operatividad, se encuentran en riesgo.

En esta etapa que yo llamo algo así como un escenario post guerra, las emociones juegan un papel muy importante, puesto que es ahí donde tenemos un área de oportunidad para ganar clientes.

Las experiencias hoy más que nunca pueden ser la diferencia entre consumir algo de un precio o de otro, y quizá esto te permita fortalecerte económicamente.

Si visualizamos esto como una ventaja competitiva, nuestros negocios se fortalecerán, pero debemos analizar a detalle cuáles son nuestros nichos, y con base en ello reestructuraremos nuestros modelos de negocios para así escalarlos a algo macro.

Recuerda que lo que nos hace diferentes son nuestros talentos, esos que son irrepetibles y que nos hacen únicos y si los desarrollamos podremos mantenernos en la mente de nuestro consumidor.

Si quieres identificar cuáles son tus habilidades blandas podemos ayudarte, recuerda que aquí nos apoyamos porque todos podemos ser… ¡UNIVERPRESARIOS!