Tengo conocimiento de los adultos mayores de 60 años que aguantaron en una fila hasta 6 horas bajo el incandescente rayo del sol, para recibir la vacuna contra el COVID. Pero también sé de muchas personas como yo que corrimos con mejor suerte.

No se trató de privilegio alguno, simplemente de suerte.

Me tocó en las instalaciones del ISSSTE en la 14 Sur, y lo más tardado fueron los 20 minutos de observación después del piquete.

En 30 minutos llegué, un joven muy atento revisó mis documentos. Una señorita registró mis datos en una computadora. Un pasante de medicina me aplicó la vacuna mientras otro me explicó las posibles reacciones, me informó que se trataba de la vacuna de Pfizer y que el gobierno informará a todos sobre fecha y punto para la siguiente dosis.

Había poca gente, y todos salimos satisfechos.

Desde luego que se trató de los días de la segunda etapa de la cruzada, cuando el gobierno de Puebla asumió la responsabilidad y logró poner en operación una óptima logística con resultados óptimos

Por la experiencia debemos de decir, ¡gracias gobernador! porque el proceso bajo responsabilidad del gobierno federal, no resultó satisfactorio.

Dice el dicho que ‘echando a perder se aprende’.

Lo malo es que fueron miles de adultos mayores los que padecieron para lograr vacunarse y en muchos casos, hasta hicieron un hoyo a sus finanzas personales porque tuvieron que hacer gastos extras por el servicio de taxi y la asesoría en un café internet para reunir los documentos requeridos.

En este contexto debemos de reconocer la visión, experiencia, capacidad y gusto por su misión como Secretario de Salud, del doctor José Antonio Martínez García, quien en todo momento ha dado muestra de su vocación, como por ejemplo cuando concluye los pendientes de su dependencia y acude a un quirófano para practicar cirugías no comunes que logran cambiar la vida de los pacientes.

Y ahora en la jornada de inoculación después de poner en marcha su logística, se dirigió a uno de los puntos para aplicar el componente biológico a docenas de personas, que en la totalidad de los casos ni idea tuvieron de quien los inyectaba con cuidado, con una sonrisa y muy platicador.

Con servidores de esta calidad y gusto, podemos estar seguros de que ‘estamos en buenas manos’

Y el gobernador Barbosa puede estar satisfecho de la elección que hizo al entregarle la responsabilidad de tan importante Secretaría.

Confiamos en que las siguientes etapas del proceso queden bajo responsabilidad del gobierno de Puebla con el doctor Martínez García al frente.