Martes, 23 de Abril del 2024
Jueves, 10 Febrero 2022 01:30

Donovan Carrillo, la pujanza de los jóvenes

Donovan Carrillo, la pujanza de los jóvenes Escrito Por :   Irma Sánchez

Si el presidente al defender a su cuestionado “zar de la pandemia” en plena euforia lanzó el grito para declararse “todos somos López-Gatell” sigamos el ejemplo y gritemos “todos somos Donovan”, “todos somos los olvidados”.


 

Los mexicanos hoy tenemos una ilusión, se llama Donovan Carrillo. Y en un ambiente de lo más vergonzoso, en un contexto de muertos regados por las calles de algunas ciudades, una inflación que ya desencadena hambre, autoridades que no logran contactar con la realidad; el joven patinador nos devuelve la emoción de una ilusión.

 

Esto lo escribo a unas horas de que salga a competir en una segunda etapa rumbo al podio olímpico en Beijín.

 

Pero todavía más: Donovan nos convence de la ‘pujanza’ de los jóvenes que solos con sus ilusiones, y en este caso apoyado por su mamá, puede con su esfuerzo propio frente a un gobierno insensible, ignorante e incapaz de interesarse en sus gobernados.

 

¡Ya era hora!

 

Y como el caso de Donovan hay infinidad de chicos y casos que ‘se la rifan’ para seguir un sueño, y un camino como el caso fallido del chico que para entrar a la BUAP se fue a vender dulces afuera de la catedral y lamentablemente la leucemia le cerró el camino cuando ya formaba parte de la matrícula universitaria.

 

Si el presidente al defender a su cuestionado “zar de la pandemia” en plena euforia lanzó el grito para declararse “todos somos López-Gatell” sigamos el ejemplo y gritemos “todos somos Donovan”, “todos somos los olvidados”. Olvidados de un gobierno que se empeña en actuar a partir de los movimientos de su visera que lo vota a denostar, sobajar y a enjuiciar a todo aquél que no coincide con él.

 

Esto definitivamente no es hacer política, ni gobernar, ni ‘liderear’: es evadir responsabilidades mientras se disfrutan las mieles del poder, por algo tan sencillo como “no poder”.

 

LA HORA DE AYUDAR

 

De que los más la están pasando mal, no hay la menor duda.

 

De esta racha ni en los conventos se salvan. Es el caso de las hermanas Clarisas Capuchinas que tienen su convento en la 16 de Septiembre 904, junto al templo del Santo Niño Cieguito.

 

Las 17 hermanas que ahí viven, se contagiaron de Covid. Tuvieron que paralizar sus actividades productivas de las que viven elaborando tamales, atole, galletas, rompope, churritos, mermeladas, conchas, rosarios y relicarios que ponen a la venta en una mesa y un mostrador.

 

Hoy, enfermas al dejar de trabajar, enfrentan problemas para comer, por lo que se invita a compartir con ellas lo que sea posible: alimentos enlatados, granos, frutas, verduras, y ponen especial empeño en demandar avena.

 

No hay que temer en la posibilidad de un contagio, pues hay guardias para abrir una de las puertas del convento para recibir las aportaciones sobre una mesa.

 

Otra congregación que insiste en su oferta de productos son las hermanas Religiosas de la Cruz que tienen su monasterio en San Martinito, en la privada Ramón Ibarra y González número 5.

 

Esta congregación conocida en otra época como “las hermanas del Oasis” ofrecen las delicias que elaboran para vivir: varios tipos de galletas, empanadas, cocadas, palanquetas y todos los dulces y postres conventuales que usted conoce.

 

Ellas atienden pedidos a los teléfonos 2222 840146 y al 2222 842180.

 

Cabe destacar que “la tía Ada”, asesinada el pasado jueves en su rancho, en la última recomendación que me hizo, me pidió que las apoyara promoviendo lo que elaboran y ofrecen para sostenerse.

 

Por la tía difunta y por las hermanas, tómelas en cuenta para sus postres y obsequios.

 

INCONGRUENCIA

 

Mientras más avanza la tecnología, resulta que el hombre queda más vulnerable a ser objeto de fraudes, como ocurrió el fin de semana en que se destapó en Puebla el fraude por WhatsApp, el famoso sim swaping, por  parte de hackers que se introdujeron  a las cuentas de muchos poblanos y aprovecharon los contactos de sus celulares para  pedir dinero a través de transferencias bancarias.

 

El hacker jamás te contacta por tu nombre: va al grano y te pide que le prestes una cantidad de dinero que le urge. Todo te lo dice por escrito haciéndose pasar por el dueño del número del celular, argumentando que tiene problemas en la conexión de su bancamovil.

 

Te da su palabra de reponerte la cantidad al día siguiente.

 

Ingenuamente algunos cayeron e hicieron la transferencia “para salvar a su amigo”

 

Lo que procede en estos casos es de inmediato marcarle al dueño del número del WhatsApp para averiguar la veracidad de la petición.

 

En algunos casos, los defraudadores van más allá y te piden tu número de cuenta y número confidencial para hacer el retiro, ante lo que sólo cabría decir, “pobre palomita que te dejaste sorprender”, como se dice el 28 de diciembre con las inocentadas.

 

¡Aguas!

 

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