¿Te has preguntado alguna vez por qué se hace carnaval en Huejotzingo? Bueno, la duda surgió al recordar que este fin de semana iniciarán las festividades en dicho municipio, sin embargo, el ver sus ropas, máscaras y armas me hizo querer investigar sobre dicho tema.
Así que hoy CAMBIO te contará la leyenda del Carnaval de Huejotzingo.
La historia comienza a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, cuando una banda temible de asaltantes llegó a Huejotzingo, sin embargo, ellos ya operaban en los estados de Michoacán, México, Guerrero, Morelos y Puebla, comandada por Agustín Lorenzo.
Cuentan que el Agustín, al llegar a Huejotzingo, se enamoró perdidamente de la hija del corregidor del lugar, pero por el tipo de vida que llevaba y por la diferencia de clases sociales, no iba a ser posible que su relación fuera bien vista, así que iniciaron un romance en secreto. Y como estaba seguro que no podrían casarse, empezó a planear el rapto de la joven.
En su relación, se encontraba el lugarteniente de Agustín Lorenzo, quien era el enlace entre la joven y el novio, de esta manera podían estar comunicados. Pero para el plan de secuestro, todo ya estaba todo previsto.
Así que el lugarteniente le avisó a la joven que a las 12 de la noche, cuando Agustín Lorenzo entrara a la plaza a escondidas y se situara en una esquina de lo que hoy es el Palacio Municipal, un miembro de la banda apodado el “Meco”, lanzaría un grito enfrente del palacio, para que ella saliera y fuera “secuestrada”.
Bueno, el plan funcionó y el rapto se llevó a cabo. La joven se fue con Agustín Lorenzo a la barranca del Zopilote en donde los aguardaba un sacerdote (también plagiado), para casarlos como es debido, y el matrimonio se consumó.
El corregidor fue testigo del “secuestro” de su hija, y junto a sus hombres, lo empezó a perseguir siguiendo el rastro. Los encontró todavía en la barranca del Zopilote, por lo que Agustín Lorenzo fue aprehendido y aunque alegó que la ceremonia había sido legal no fue suficiente y lo tomaron preso, regresando a Huejotzingo.
Debido a la gran simpatía que el pueblo sentía por el delincuente quien nunca atentó contra los habitantes de Huejotzingo, lo ayudaron a huir para que se fuera a vivir a la sierra con su esposa. Era tal el amor que se tenían que Agustín abandonó la banda y vivió en santa paz, lejos de cualquier fechoría al lado de su amada.
Esta aventura de amor se arraigó tanto entre los habitantes que hasta la fecha la siguen recordando.
Pero, ¿por qué las armas y la vestimenta?
En el tiempo en que México vivía los días finales de la intervención francesa, un grupo de soldados hicieron a un lado su espíritu bélico y propusieron a las autoridades de Huejotzingo incluir en el carnaval una comparsa del simulacro de la batalla del 5 de Mayo, y así sucedió el carnaval de Huejotzingo.
Las máscaras se utilizaron porque no era bien visto disfrutar del libertinaje, por lo que guardaban el anonimato, además de mostrar en las expresiones el simbolismo del temor a una sociedad. Es por ello que se pueden ver máscaras de tristeza, enojo y felicidad.
Información obtenida de: Lo que quieres saber de Puebla y National Geographic
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Paola Sánchez Rodríguez
@Diario_Cambio