Hay que reconocer la fibra guerrera de que está hecha la poblana Blanca Lilia Ibarra, mujer de mil batallas que ha sabido enfrentar con inteligencia y madurez a poderosos detractores en su carrera dentro de la administración pública.

 

Blanca Lilia, la imagen de las noticias confiables y puntuales  de TV3, por muchos años mostró su liderazgo y empatía con el público que la seguía noche a noche en su noticiero.

 

Probó en la radio y abrió el cuadrante para políticos, aspirantes y actores de la escena pública.

 

Para entonces hizo escuela en un género radiofónico hasta entonces no aprovechado y que hoy inundan estaciones de radio y de televisión.

 

En esa época logró lo que parecía imposible, reunir a las mujeres periodistas de Puebla en una Asociación que ha representado muchos logros y oportunidades para las periodistas y escritoras poblanas.

 

Un día decidió incursionar en la administración pública y lo hizo con el apoyo de otra mujer que sabe sumar a las mujeres, Blanca Alcalá, quien la invitó a hacerse cargo de la agenda de los temas de transparencia y rendición de cuentas.

 

De ahí pasó a convertirse en la responsable de la comunicación en el Congreso del Estado que lideraba Rafael Moreno Valle, con quien hubo fricciones por la propia esencia arrebatadora del político.

 

Las diferencias no fueron tema fácil, el político embistió al primer círculo de Blanca Lilia.

 

La poblana decidió un día involucrarse laboralmente en la capital del país y se incorporó al equipo de Comunicación Social del presidente Ernesto Zedillo.

 

Asumió el reto de conducir el canal del Congreso y sacudió sus anquilosadas estructuras, lo colocó en las redes.

 

Finalmente en una disputa con examen por oposición un día llegó como comisionada al INAI y en su momento luchó para ganar la presidencia.

 

Hoy da la batalla de pie para que la institución no desaparezca, convencida de la trascendencia de sus funciones para un país democrático.

 

La lucha ha sido larga, desgastante pero Blanca Lilia de pie “no se rinde” y da la batalla, sin temores, sin entretelones, de frente, con argumentos sustentados en la ley.

 

Y es que Blanca Lilia en ningún momento ha dejado de prepararse para dar la batalla que le abran.

 

Por su propia lucha, hoy la poblana queda en el escenario político con un expediente confiable.

 

Y de ésta batalla, pueden producirse muchas sorpresas en su carrera.