Domingo, 09 de Junio del 2024
Jueves, 20 Julio 2023 02:12

Los actuales no son tiempos fáciles para todos

Los actuales no son tiempos fáciles para todos Escrito Por :   Irma Sánchez

Por números globales del INEGI, en México 4.8 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, se quedan con el estómago vacío sin alimentos con mucha frecuencia.


 

En muchos sectores se siguen arrastrando los efectos nocivos de la pandemia que costó vidas, empleo, estabilidad y hasta sueños para algunos.

 

Este saldo obliga a replantear la forma de vivir, de comprar, de gastar, de atesorar y destapa la necesidad de la solidaridad de unos a otros.

 

Como reza la máxima: “nadie es tan rico que no necesite de los demás, ni nadie es tan pobre que no tenga qué compartir”.

 

Después de una visita al Banco de Alimentos con 27 años de trabajo contundente, es obligado analizar las altas y bajas en la vida de cada uno.

 

Por números globales del INEGI, en México 4.8 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, se quedan con el estómago vacío sin alimentos con mucha frecuencia.

 

Expuesto de otra forma, 3 de cada 10 mexicanos en términos globales enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria, es decir, comen hoy y a la mejor mañana no tienen nada para llevarse a la boca.

 

Y lamentablemente por falta de información, de una cultura alimenticia, 4.5 millones de mexicanos que a la mejor están muy cerca de usted y de mí, ya enfrentan problemas de salud por una mala alimentación.

 

Con esta deficiencia no va a ser fácil salir adelante.

 

Además, hay que tener en cuenta que nuestros suelos están agotados y ya no producen los perecederos con la calidad que los cosechábamos hasta hace 30 años todavía.

 

Y lo terrible es que el 37 por ciento de los productos alimenticios hoy se van a la basura, frente al estómago vacío de 4.8 millones de mexicanos, no forzosamente de zonas suburbanas, también de puntos residenciales en los que el presupuesto ya no alcanza, los hijos abandonan a sus padres, migran a otros centros urbanos, etc. etc.

 

Estos datos duros obligan a replantear la necesidad de “no desperdiciar”, de “no dejar los alimentos en los platos” servirse en los bufets lo que verdaderamente se come y cuando quede ración en el plato, pedir que lo empaquen para compartirlo con toda la gente que pide monedas en las calles, o bien para llevarlo a casa para el recalentado.

 

Los hábitos de una persona responsable con los alimentos se inculcan desde la primera etapa de la vida, para contribuir a construir una sociedad responsable, en la que se comparte la comida para combatir el hambre en 4.8 millones de mexicanos que tienen dificultades.

 

José Denetro, José Miguel Rojas Vértiz Bermúdez y Alexandra Ladrón de Guevara Patiño, desde el Banco de Alimentos trabajan para atender a mil comunidades en las que se apoya a un global de 160 mil  personas semanalmente, lo que es posible con un equipo  de 270 voluntarios que desde las seis de la mañana comienzan a llegar al Banco para organizar todos los productos que aportan regularmente 170 tiendas, 130 instituciones y 65 restaurantes.

 

Hay que entender que son tiempos de compartir y apoyar con productos como frijol y arroz que son los productos que menos se aportan al Banco, y que más faltan para integrar cada despensa.

 

También hay que regalar horas, un día de trabajo voluntario para el que se reciben desde niños que deben de sensibilizarse sobre la realidad del mundo en el que viven, muy ajeno al mundo virtual en el que se enfrascan desde sus dispositivos electrónicos.

 

Para recolectar las donaciones un equipo que se moviliza en 41 camiones recorre la ciudad y la zona metropolitana, y para volver con las unidades llenas de alimentos al banco, hacen falta voluntarios.

 

¡Sumese!

 

Hay muchas formas de cooperar.

 

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