Al Procurador de la Defensa del Consumidor Ricardo Sheffield Padilla por méritos propios bien lo podemos declarar ‘el funcionario de la semana’ con sus desafortunadas declaraciones sobre el encarecimiento del precio del huevo.

Nervioso, tratando se salirse por peteneras, recurrió a la comicidad, sin tener el atributo para hacerlo y dio una explicación ‘complaciente’ para su jefe el presidente que sonriente lo veía y escuchaba en el foro de su famosa Mañanera desde Palacio Nacional.

Dijo que las ponedoras con el frío, ponen menos huevos.

¿?

Y que si el huevo lo encarecen donde usted siempre lo compra, que camine hasta encontrar en donde lo vendan a un mejor precio.

Con esto el funcionario eludió la información real del caso que se origina en Estados Unidos por un brote de gripe aviar, lo que ha traído a los introductores a comprarlo a México ofreciendo un mejor precio a los productores.

El fenómeno así provocó que el precio se mueva de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda.

Tras este desafortunado capítulo, el presidente en una entrevista banquetera admitió que el precio del huevo ha subido, pero nada de qué preocuparse.

Con estas declaraciones confirmamos que al presidente le cercan la información real de las que están pasando sus pobres nobles y buenos, a los que hoy les resulta un lujo comer huevo, y si antes compraban un kilo, hoy van a la tienda por dos o cuatro piezas para cocinarlos y hacerlos rendir para seis u ocho comensales.

Esto es el famoso empobrecimiento alimentario que crece día con día en México en las zonas rurales un 14.5 por ciento y en las urbanas un 13.4 por ciento.

Con el estómago medio vacío, no hay que jugar ni omitir el problema.

Los estómagos medio vacíos y vacíos dan sorpresas, con todo y que le maquillen las gráficas al presidente que por falta de información real, a veces luce ajeno e indolente a su pueblo noble y bueno.