Hay interés de las autoridades del Instituto Politécnico Nacional de extender sus actividades a Puebla, para preparar a jóvenes, hombres y mujeres, en diversas carreras que son necesarias para impulsar el desarrollo tecnológico del país.
Lo anterior fue comunicado a un grupo de columnistas de diversos medios de esta capital por el doctor en química Arturo Reyes Sandoval, director general del IPN, quien estuvo acompañado por el Coordinador de Comunicación Social de la misma institución, Marcos Ramírez Urbina.
Ya cuentan con un terreno de 10 hectáreas para dicho objetivo, en Ciudad Modelo, donde está asentada la planta automotriz Audi y solo esperan el cambio de gobierno en la entidad, para entrar en negociaciones, pues el Politécnico requiere de la colaboración, en casos como este, de los gobiernos estatales y municipales, para llevar adelante sus planes.
Las carreras que se impartirán serán decididas de común acuerdo entre autoridades estatales y directivos del Instituto, según las necesidades y las posibilidades del momento.
El doctor Reyes Sandoval, afirmó estar seguro de que no habrá problema, pues un campus del Politécnico en Puebla, será de gran beneficio para la entidad, dado el prestigio de que goza la institución y el tipo de carreras que imparte.
La plática derivó sobre los principales precandidatos que se manejan en los medios de comunicación y el doctor afirmó haber tenido contacto con el licenciado Ignacio Mier, por asuntos del Poli en los que había necesidad de solicitar la intervención del Congreso. Yo creo que no tendríamos problema para llegar a acuerdos sobre los planes que tenemos, pues mantenemos una buena relación. Si el candidato fuera el senador Armenta, aunque no he tenido ningún contacto con él, tampoco tendríamos problemas, pues el plan de expansión del Politécnico a Puebla, es de gran beneficio para la juventud de este estado, señaló.
REYES SANDOVAL ES UNA PERSONA ABIERTA, CON la que uno entra en confianza rápidamente. Se siente poblano, aunque nació en Guadalajara, porque su mamá es originaria de Teziutlán, donde él pasó parte de su niñez y adolescencia. Fue alumno del colegio Benavente, en esta capital y en sus inicios como químico profesional, trabajó en los Laboratorios Ruíz. Tal vez por eso se ve muy entusiasmado en que el Politécnico, del que es director, llegue a la entidad poblana con un proyecto que reportará grandes beneficios para los jóvenes poblanos y de entidades vecinas como Tlaxcala, que colinda con la zona de la Ciudad Modelo.
HABLANDO DE OTRAS COSAS: MUCHOS POLÍTICOS piensan que el Partido Revolucionario Institucional ya no tiene remedio y que está destinado a desaparecer, lo mismo que el PRD.
Señalan que las corrientes liberal y conservadora surgieron en las luchas de este país desde la Independencia hasta la Revolución y que esas corrientes ahora están representadas por el PRI, por el PAN y en el siglo XX, con el surgimiento del comunismo en el mundo, surgió en México la corriente izquierdista representada ahora por el PRD, que también se derrumbó en las elecciones del 2018.
Eso es correcto, pero el PRI ya no representa a la corriente liberal de antaño y el PRD, ya no es el partido heredero del izquierdismo del presente siglo.
Morena, nos dice un amigo simpatizante de ese partido, tiene las banderas priistas, de antes del neoliberalismo, y del PRD, pues es un partido revolucionario, nacionalista y progresista y los partidos que terminan su época de esplendor ya están totalmente derechizados.
A la señora Xóchitl, nos aseguran, se le quiere hacer candidata de la ciudadanía, no de un partido, pero ella es una mujer derechista, militante panista, pues ha sido el PAN el partido que la llevó a todos los cargos públicos que ha ocupado y ahora que pretende renegar del PAN y quedarse como “ciudadana sin partido”, tiene a su lado a Fox y a Claudio X González, derechistas furibundos ambos, que le dicen lo que tiene que hacer para caerles bien a los ciudadanos sin partido, que carecen de organización o que forman pequeños grupitos con ideología errática, que ni es de derecha, ni es de izquierda, sino todo lo contrario.