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Martes, 05 Septiembre 2023 02:01

La vida pública en México no mejorará hasta que la ciudadanía deje de adular políticos y funcionarios.

La vida pública en México no mejorará hasta que la ciudadanía deje de adular políticos y funcionarios. Escrito Por :   Héctor Hernández Álvarez

Esto sin duda, representa un obstáculo mayúsculo ya que, la mayor parte de los servidores públicos son puestos por políticos


 

Cerca de finalizar el primer mandato de la llamada 4T, hay que reflexionar acerca de lo que ha mejorado y lo que no en México. Cuestiones como las pensiones a población vulnerable podrían estar justificadas. Pero qué decir de lo verdaderamente estructural en cuanto a servicios públicos. Cosas como la seguridad, el acceso a la justicia, educación de calidad, servicios médicos y abasto de medicamentos, siguen estando en deuda y su solución no se ve en el horizonte.

 

Ahora bien, ¿a qué se debe que los servicios públicos en México sean deplorables? Evidentemente, entre tantas cosas, esto se debe, principalmente a la corrupción, la impunidad y la falta de ética e interés de las autoridades para fortalecer a las instituciones. Esta conclusión ya ha sido revisada hasta el cansancio por múltiples estudios universitarios, organizaciones de la sociedad civil y empresas de consultoría dedicadas a contribuir con el fortalecimiento de la vida pública (yo mismo he colaborado en varios de estos estudios). Sin embargo ¿Por qué a pesar de que ya se han detectado con claridad los problemas estructurales que aquejan la vida pública, sigue sin haber resultados o estos son apenas perceptibles? La respuesta, aunque pudiese parecer compleja, es bastante simple.

 

En efecto, se debe a la paupérrima cultura democrática de la mayor parte de la ciudadanía en nuestro país. Basta con darse cuenta de los nefastos mítines políticos de precampañas o campañas electorales y todo lo que implican: porras, adulaciones, promocionales, publicidad, propaganda y un sin fin de ridiculeces con el único propósito de ganarse a las masas ¿Con qué fin? Con el de pretender “apoderarse” de un apoyo o puesto como servidores públicos y llegar a cobrar un sueldo y saquear lo más posible. Este penoso hecho, deriva en que la ciudadanía lo normalice a tal punto que el servidor público se llegue a sentir “intocable” y adverso a la crítica.

 

Esto sin duda, representa un obstáculo mayúsculo ya que, la mayor parte de los servidores públicos son puestos por políticos que han resultado favorecidos en cargos de elección popular, en una especie de pago por su lambisconería. Lo cual, crea un círculo vicioso adverso ante las mayores problemáticas sociales que forzosamente requieren de interés y esfuerzo; además de planeación, coordinación, trabajo sostenido y mucha inversión pública. Sin embargo, debido a la corrupción e impunidad imperante en nuestro país, la mayor parte de servidores públicos no realizan bien sus labores por su propia falta de interés con la ciudadanía.

 

¿La solución? Por supuesto, mejores leyes con mecanismos para supervisar permanentemente la actuación pública. Claro, para que esto ocurra se necesita de la ciudadanía. Esto es, dejar de hacerles “el caldo gordo” a los políticos y demás servidores públicos. Dejar de adular y de pedir y empezar a exigir, señalar, criticar y juzgar con ímpetu. Al final, esto implica un cambio drástico de la sociedad, donde la educación en las aulas, dentro de las familias y sobre todo en uno mismo es de especial importancia. Por mi parte, el periodismo representa una herramienta para hacer escuchar la voz de los ciudadanos que están hartos de los mismo y una forma para hacer llegar la crítica al poder. Así pues, quien necesite saber esto: ¡Dejen de besar suelas y comiencen a exigir!

 

Aportaciones y comentarios a: @hectorhernandezalv

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