Sin importarles los daños al medio ambiente y a la salud de los poblanos, las empresas Sabormex, Shelby Manufacturing y Nicro Bolta, todas ellas ubicadas al norte de la ciudad, continúan vertiendo sus residuos tóxicos al cauce del Río Atoyac con la complacencia de las autoridades; descargas ilegales que entre las afectaciones que producen se encuentra la espuma asesina.
Fuentes consultadas por Diario CAMBIO revelaron que las fábricas de estas tres empresas descargan constantemente desechos al Río Atoyac sin haber sido procesadas en una planta de tratamiento, lo que contribuye al mal estado del afluente.
Lo anterior, debido a que ninguna de estas tres compañías cuenta con una planta tratadora de aguas residuales en sus fábricas instaladas en la capital poblana.
En el caso de las dos fábricas de Sabormex S.A. de C.V. ubicadas en el Parque Industrial Resurrección, sus descargas son de las más tóxicas, siendo además las causantes de la coloración rojiza del río.
Sus dos talleres instalados al norte de la ciudad de Puebla se dedican a la elaboración, envasado y comercialización de conservas alimenticias como chiles, frijoles, café, mermeladas de las marcas La Sierra, Clemente Jacques, Café Legal, Café Oro, Café Mexicano, Café Garat, Enerplex y Aderezos Briannas.
Por su parte, la empresa Shelby Manufacturing de México S.A de C.V. también ha sido señalada por emitir constantemente descargas clandestinas de aguas negras, principalmente durante las noches.
La fábrica de esta empresa originaria del estado de San Luis Potosí dedicada a la elaboración de hilos y equipos de seguridad industrial se ubica a un costado del río Atoyac, sobre el kilómetro 120 de la Autopista México-Puebla.
A ellas se suma Nicro Bolta S.A. de C.V. empresa dedicada a la inyección, moldeo, cromado, pintura y ensamble de autopartes, que pese a tener su fábrica en la junta auxiliar de San Jerónima Caleras sus descargas las realiza en las barrancas de la zona que desembocan al cauce del Atoyac.
Pese a estar legalmente constituidas, según información consultada ante el Registro Público de Comercio, ninguna de estas empresas ha sido sancionada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), encargados de establecer las condiciones de descargas al río.
Esto a pesar de las afectaciones que registra el río Atoyac, que, de acuerdo con datos de Conagua presentados en 2020, acumula al menos 30 diferentes tipos de sustancias tóxicas como cromo, mercurio, plomo, nitrógeno, fósforo, colorantes, cianuros, sulfatos, entre otros.
Asimismo, estas fábricas junto a cerca de 50 empresas más que descargan sus desechos al río Atoyac no cuentan con planta tratadoras, ni tampoco están conectadas a los sistemas de saneamiento de Agua de Puebla, por lo que la acumulación de contaminantes afecta a la salud de los asentamientos cercanos al río.
Incluso, a finales de agosto de 2022, el extinto gobernador Miguel Barbosa informó que su administración clausuró temporalmente cuatro fábricas textileras por no contar con plantas tratadoras y verter sus desechos en el cauce del Atoyac.

Jesús Arróniz
@JesusArronizSan