Thursday, 02 de May de 2024


Muertes anunciadas, turbantes y Ferraris




Written by 

Es apenas la semana nueve y ya hemos acumulado las emociones reservadas para todo un año.

Vamos de la educación al petróleo y la función de éstos dentro de las economías como formas de control y negociación política, y todo esto por la muerte anunciada, reanunciada y vuelta a anunciar del bolivariano moderno (más no un Bolívar) llamado Comandante en Jefe-Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. El enemigo número uno del Rey cazador de elefantes de España, de los yanquis (como el mismo los autonombraba) y distribuidor altruista por excelencia del petróleo a naciones no alineadas, pasó a mejor vida, dejando un legado polémico por decir lo menos. Este contexto hace necesario revisar una serie de datos para reflexionar y ver las posibles repercusiones locales.

 

 

Como es bien sabido el mundo de las grandes ligas del petróleo es liderado por Arabia Saudita. Esta tierra de calor intenso y turbantes altos ha basado su crecimiento económico primordialmente en la industria petrolera. Su producción se estima actualmente en un promedio de 10 millones de barriles diarios de petróleo (BDP), haciéndolo el campeonísimo por excelencia. En contraparte y utilizando la misma información del World Factbook de la CIA, México produce aproximadamente 2.9 millones y Venezuela algo así como 2.5 (este dato es seguramente un estimado por debajo de lo real, ya que desde hace varios años Venezuela ha cancelado sus reportes anuales internacionales de petróleo) de BDPS. Esta comparativa no nos dice mucho, salvo que los árabes pueden elegir entre llenar sus piscinas con agua ó con petróleo, de a como amanezca el humor de su Rey. Lo interesante comienza cuando comparamos el número de empleados que tienen sus empresas estatales de petróleo, porque es precisamente en este punto en donde hacemos conciencia de en donde estamos. Por ejemplo, en el caso de México la nómina de Pemex se sitúa aproximadamente en los 153 mil, mientras que en la PDVSA de Venezuela en los 100 mil. Para sorpresa de todos, -incluida la mía- la nómina de la Saudi Aramco, la mayor empresa de petróleo del mundo es de tan-tan-tan, ¡menos de 60 mil arabescos amigos!, ¿por qué una empresa que produce casi 3 veces más tiene al mismo tiempo tres veces menos empleados?, bueno la respuesta no está dada en función de su economía, ya que el petróleo tiene un peso en el PIB de Arabia Saudita del 45%, mientras que en México y Venezuela es del 10 y 35 por ciento respectivamente. Esto suena muy contradictorio.

 

 

Tal vez al tratar de entender el papel del petróleo en la vida política de estas naciones podría darnos una respuesta. Para Arabia Saudita el control social no entra enteramente en juego en su política petrolera, ó por lo menos no en la misma dimensión que para México y Venezuela. Una de las ventajas de tener un rey y un sistema casi totalitario es que precisamente la gente casi no se queja, y que si se queja se saca la espada, -que de hecho es un símbolo nacional- y san se acabó. Entonces el poder político se resume en el estatus quo de las familias gobernantes y nada más. En nuestra nación de bandera verde-rojiza y águila en el nopal, el control político es fundamental. Entre más gente tenga empleo y se aceiten debidamente los mecanismos para tenerlos a la mano (llámense líderes obreros con Ferrari a la puerta), podemos darnos el lujo de tener una gran base de empleados con una muy baja productividad tal y como lo reflejan las cifras, convirtiendo una empresa nacional destinada a beneficiar a todo el pueblo, en un emporio político para unos cuantos. Algo similar a lo que le ocurre a nuestros queridos amigos anti imperialistas de bandera estrellada tricolor.

 

 

Como sociedad es muy importante fijar una posición en todo esto. La productividad de un país no puede estar sujeta al control o manipulación política sino a la capacidad incremental de sus habitantes. Lo sueños árabes y las realidades latinoamericanas chocan frontalmente en la pobreza que nos rebasa y con pueblos con anhelos de libertad y de una vida mejor. En todo caso, ¿qué diferencia hay entre un rey, un casi dictador y un líder sindical que vive igual o mejor que los dos anteriores?, creo que ninguna, el abuso del poder y la simulación son parte de la misma moneda.

 

 

Rate this item
(0 votes)
comments powered by Disqus