Michael Niccole y sus hijas viven en el condado de Orange. Desde que su hija adoptiva, Charm, tenía 10 años de edad, el cirujano empezó a hacerle algunos "arreglitos".

Ahora, Charm y su hermana Brittani tienen 25 años y han pasado por el bisturí de su padre en varias ocasiones, quien les ha aumentado la talla de sus pechos e inyectado botox muchas veces.

Algunos acusan a Michael de utilizar a sus hijas como simple "publicidad andante". Por su parte, la madre de las jóvenes no está muy contenta con la afición de sus hijas y esposo por las cirugías plásticas.

Charm y Brittani advierten que todos sus amigos las admiran por los hermosos cuerpos que poseen.

Fuente: SDP Noticias