Friday, 17 de May de 2024


Muerte al IEE, bienvenido el nuevo Organismo Público Local: inicia el relevo




Escrito por  Arturo Rueda
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Pero los aspirantes al OPL no deben emocionarse tanto: la verdad es que es un órgano bastante descafeinado en comparación con el actual IEE. Sus facultades, digamos, están cercenadas y en casi todo dependen de las directrices del INE. O por lo menos más importantes. Dentro de lo más importante que les queda es que una mayoría de cuatro consejeros puede solicitar la facultad de atracción de cualquier tema, e incluso entregar al INE la organización de la elección local

El Instituto Nacional Electoral ya oficializó la fecha de defunción del Instituto Estatal Electoral y el despido de los ocho consejeros electorales en el cargo para dar paso al nuevo y extraño Organismo Público Local (OPL) que se encargará de la organización de los procesos electorales en 2016, 2018 y 2021, una vez que sus siete consejeros durarán siete años en el encargo. “Organizar” es quizá una palabra demasiado extensa, luego de que la nueva Ley de Procedimientos e Instituciones Electorales da al INE una extensa gama de facultades para suplantar las atribuciones locales e incluso, atraer cualquier asunto que por su trascendencia lo requiera, incluida la misma organización de los comicios.

 

 

Con la muerte del IEE y la creación del nuevo Organismo Público Electoral Local (OPEL) prevista para septiembre, dará inicio una lucha por  el control de la institución. El morenovallismo tenía una cómoda mayoría con el actual Consejo, en el que agandallaron seis de los nueve lugares, incluido el consejero presidente Armando Guerrero. Pero la Reforma Política-Electoral puede destruir esa cómoda mayoría para que sea sustituido por un órgano más equilibrado. Pero a ver si Moreno Valle se deja.

 

 

El nuevo Organismo Público tiene siete lugares —un consejero presidente y seis consejeros electorales— que no serán designados por el Congreso poblano, sino por el Consejo General del INE. Es decir, la batalla saldrá del control de la aldea y se situará en la esfera de la partidocracia nacional. El resultado es de pronóstico reservado e, inevitablemente, determinará el curso de las elecciones en 2016 y 2018. Un Organismo Público más autónomo, menos morenovallista, daría menor margen a servirse con la cuchara grande.

 

 

Aunque los plazos son menos fatales, el Tribunal Estatal Electoral también pasará a mejor vida, pues aunque la institución como tal seguirá existiendo, los tres magistrados titulares deben ser renovados. En este caso, su designación será escalonada por la mayoría de las dos terceras partes en el Senado de la República. Ojo, Blanca Alcalá, Javier Lozano Alarcón, Lucero Saldaña y Manuel Bartlett llevarán mano en esta designación.

 

 

Por supuesto que la renovación del TEE es la más urgente, ya que el actual integrado por tres ilustres desconocidos para la sociedad poblana —Francisco Javier de Unanue, Claudia Barbosa — fue el gran fiasco de la elección de 2013, pues una y otra vez la Sala Regional del TEPJF modificó sus fallos, incluido el pretendido agandalle de plurinominales y la victoria de Victor Giorgana en el distrito XVI.

 

 

La Comisión de Vinculación con los OPL será la que lleve a cabo la coordinación entre el Organismo Público Local y el propio INE. Además de esta importantísima facultad, la Comisión de Vinculación conducirá la primera parte del proceso de designación de los miembros del OPL: tras la emisión de la convocatoria y la entrega de la documentación, pondrá a disposición del Consejo General del INE una lista de cinco nombres por cada lugar vacante, de forma muy similar a la forma de nombramientos que hizo la Cámara de Diputados.

 

 

Es decir, del total de aspirantes al OPEL, la Comisión de Vinculación generará una lista con 35 finalistas, cinco por cada consejero, de tal forma que sobre esa lista de procederá a la designación.

 

 

El Consejo General del INE designará por mayoría de ocho votos al consejero presidente y a los consejeros electorales de los OPL, especificando el periodo para el que son designados. Pero como “el que da y quita”, el mismo Consejo General puede proceder a la remoción de un consejero en caso de que, entre varias causales, “realizar actos que atenten contra la independencia e imparcialidad de la función electoral. ¡Aguas!

 

 

Pero los aspirantes al OPL no deben emocionarse tanto: la verdad es que es un órgano bastante descafeinado en comparación con el actual IEE. Sus facultades, digamos, están cercenadas y en casi todo dependen de las directrices del INE. O por lo menos más importantes. Dentro de lo más importantes que les queda es que una mayoría de cuatro consejeros puede solicitar la facultad de atracción de cualquier tema, e incluso entregar al INE la organización de la elección local.

 

 

La verdad es que el INE, a través de la Comisión de Vinculación, verá las partes más sustanciosas: padrón y lista de electores, conteos rápidos, impresión de boletas, PREP, regulación de encuestas, fiscalización de recursos, resolver sobre coaliciones, frentes y fusiones.

 

 

Pero como siempre, hay que seguir la pista del dinero: por muy independientes que las normas legales hagan al OPL, el presupuesto y prerrogativas seguirán siendo suministrado por la Secretaría de Finanzas y Administración. Eso sin contar con el hecho de que, probablemente, tres de los actuales consejeros del IEE pasarán al OPL. Apueste por tres nombres: Armando Guerrero Ramírez, Paul Monterrosas y Fidencio Aguilar Víquez. Claro, y que Miguel David Jiménez probablemente continuará como secretario ejecutivo. Parece difícil que el morenovallismo pierda esta.

 

 

 

 

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