Friday, 26 de April de 2024

Martes, 02 Junio 2015 01:01

La moneda está en el aire




Written by  Irma Sánchez

A cinco días de las elecciones, todos estamos hartos, enojados y decepcionados de este proceso electoral.


A las autoridades habrá que agradecerles que al menos esta ocasión tuvimos un mes menos de campaña.

 

Lo lamentable es que con los partidos que crearon para lanzar la señal de que en México se fortalece la democracia y la pluralidad, el proceso nos cuesta más de 5 mil millones de pesos —oficialmente— cantidad que bien hace falta para fortalecer al sector salud en donde a todos los enfermos se les receta ácido acetil salicílico, y se les da largas para atenderlos cuando se les tiene que hospitalizar.

 

¿Qué nos dejan estas campañas?

 

A unos cuantos una tortillera, a otros una despensa, un tinaco, una televisión, un delantal, una bolsa.

 

El partido que más espléndido se puso fue el Verde, que regaló paquetes de mochilas con reloj, bote térmico, bolígrafo, lápiz, regla, libreta, playera, libros que fueron entregados a las puertas del domicilio de los votantes.

 

Pero no forzosamente por el regalito va a sumar votos.

 

Las experiencias han llevado a los votantes en potencia a tender la mano para recibir todos los obsequios, que saben que no los obliga a comprometer su sufragio.

 

Si nos apegamos al número de votantes el día de las elecciones, muchos de los beneficiados con los regalitos ni siquiera se presentan a las urnas.

 

Hoy la recomendación de los promotores del voto y a través de insistentes campañas en las redes sociales, está enfocado a que todos voten y decidan libremente.

 

Hay que reconocer que dado el sistema de pretendido control en algunas organizaciones se amenaza y presiona para sufragar por tal o cual candidato, situación penosa que debe de denunciarse para identificar a las personas y las corrientes que insisten en seguir haciendo las cosas como en el siglo pasado.

 

¿Usted ya decidió su voto?

 

Si hacemos un recuento de estos 60 días de campaña, la cuenta nos remitirá al coraje con un sistema que como pocas veces en su historia ha sembrado muchas dudas, coraje y hastío.

 

El menú de opciones para decidir un voto ha permitido al ciudadano confirmar que los partidos políticos han perdido prestigio, confianza y honorabilidad.

 

Y de esto. no hay uno solo que se escape con tantos escándalos y podredumbre que se han sacado unos a otros en estos días de campaña.

 

Por eso la trascendencia del fenómeno político que se vive en Nuevo León, donde surge la figura del famoso “Bronco” —Jaime Rodríguez Calderón— que pone de manifiesto que un ciudadano puede surgir sin el lastre de cualquier partido político.

 

Y todo porque el ciudadano vive el hartazgo de los partidos, de los políticos y de muchos actos y decisiones de los gobernantes.

 

La experiencia es clara.

 

No por multiplicar el número de partidos políticos el mexicano se interesó en las campañas y mucho menos en el quehacer político. Realidad que obliga a replantear la vigencia al interior de cada partido, el desenvolvimiento de los políticos y de quienes despachan en las esferas de la administración pública.

 

Sólo cabe la pregunta para quienes están endiosados en el poder y sus mieles, ¿podrán establecer contacto con la realidad del México de hoy en algún momento?

 

Para contactar, con una rayita menos de soberbia deben de entender que es hora de que su gente les hable con la verdad, y que los aduladores deben quedar atrás de la raya porque el reto es trabajar de acuerdo a la realidad y necesidades de las mayorías, que no han sido tomadas en cuenta y tradicionalmente han sido castigadas. 

 

 

 

 

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