El Club Puebla tuvo un fin de semana intenso en la Ciudad de México debido a que en su estancia para enfrentar a Cruz Azul para el juego de la semana 8 fueron evacuados de su hotel por el sismo del viernes pasado y luego desalojados de los vestidores, por lo que hasta la conferencia de prensa del cuerpo técnico pactada para el fin de semana fue suspendida por el caos. 

A pesar de su grato balance al final de la Jornada 8 en la Liga, el fin de semana del equipo camotero también tuvo sus malos ratos a causa de los sismos de 7.2 grados del viernes y otro de 5.3 el sábado previo a su duelo; el plantel tuvo que ser desalojado tanto de su hotel como de los vestidores cuando se preparaban para salir a calentar.

Viernes de olvido hasta para Enrique Meza

Y es que el sismo del viernes, que fue de 7.2 grados con epicentro en Pinotepa Nacional, Oaxaca, provocó que los elementos blanquiazules que además se encontraban en el nivel 10 de su hotel, tuvieran que bajar desesperadamente para ponerse a salvo y aunque el suceso no pasó a mayores el miedo que sintieron fue intenso como se registró en un video en redes sociales, donde elementos camoteros como Óscar Rojas o Abraham Carreño bajaron de sus habitaciones en momentos de tensión.

Para esto el que no pudo bajar de su habitación fue el director técnico poblano, Enrique Meza, que hasta media hora después del sismo logró ponerse a salvo junto a sus jugadores, que regresaron a sus cuartos una hora después del suceso.

Además del incidente, la conferencia de prensa que el estratega de los camoteros ofrecería a las 18:00 horas ese mismo día tuvo que ser cancelada pues el caos y la desorganización mermaron las ganas de declarar algo, según reportaron medios nacionales que mencionaron que el estratega prefería descansar.

El caos se extendió hasta el sábado

Ya con el miedo superado un día antes, el previo a su juego contra Cruz Azul traería nuevos problemas debido a que a las 15:35 horas tembló nuevamente y aunque en esta ocasión la escala sólo fue de 5.3, las alarmas que sonaron pusieron el caos en el estadio, donde los jugadores se preparaban para salir a calentar.

Esto provocó que los camoteros tuvieran que ponerse a salvo en el terreno de juego del estadio capitalino, donde los jugadores se encontraban descalzos, otros sin playera y con miedo ante un suceso mayor. Al final lograron rescatar un empate ante su rival al último momento, pero con el temor que los persiguió en su estancia en la capital.