Sin duda, la toma de posesión de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador se está convirtiendo en un momento que se destacará en la historia del país.

El rostro del presidente que cede el poder al nuevo gobierno es uno de los simbolos que deben de ser tomados en cuenta, la incomodidad, alegría e inclusivo el disgusto, son resultado de lo que él que está a punto de ser ex presidente siente por su sucesión.

El día de hoy, primero de diciembre del 2018, Enrique Peña Nieto entregaba la banda de presidencial a Andrés Manuel López Obrador, quien durante campaña, no ocultó su disgusto y oposición a que AMLO ganara la presidencia.

Tal como ocurrió con él (EPN), México votaba por vivir una nueva etapa política, la oposición ganó de nuevo.

Con una mirada al centro de la cámara, unos cuantos asentimientos y repetidas miradas a AMLO, Peña Nieto se quedaba de pie a poco menos de dos metros del nuevo presidente.

Al terminar las palabras de protesta, Peña observa directamente al presidente de la cámara de diputados y espera una señal, al momento se le da, se acerca un uniformado, mientras que EPN desprende lo que parece velcro de la banda presidencial.

Le dio un doblés y con un torpe movimiento de manos, por el cual ya ha sido motivo de burla, entregó la banda presidencial.

Durante todo el tiempo sus labios estuvieron cerrados, casi apretados, así, EPN entregó el poder y tras pocos segundos comenzó a aplaudir y como ocurre en esta clase de eventos, la cámara cambió su ángulo y ahora, AMLO está en el centro de la toma.

Fuente: Debate