La resolución votada 4 a 3 a favor de la ratificación de Martha Erika Alonso fue, sin duda, parte de estos milagros navideños que pocas veces se ven en la política mexicana; y es que ya sea que se haya cumplido por la gracia del espíritu navideño, encarnado en el senador Rafael Moreno Valle y su recurso de inconstitucionalidad aprobado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que suspende la aplicación de la tan anhelada por el ‘obradorismo’ Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Publico, por las supuestas negociaciones que, dicen, se dieron en esas horas de retraso de la sesión, o por la supuesta buena voluntad de esos cuatro magistrados que votaron en contra del proyecto de nulidad, sin duda, fue un milagro para muchos. De lo que no cabe duda es de la suerte del ex gobernador, que hace recordar aquella idea de una gran y muy querida columnista que decía “Moreno Valle tiene pacto con el diablo”.
La resolución deja a Puebla dividido y peleado, no sólo por el desgaste natural de la incertidumbre política generada por la impugnación, más bien por la malísima forma de manejar el asunto por los magistrados. Filtrar un proyecto de nulidad con puntos tan polémicos como la destitución de los consejeros del IEE y la falta de certeza en las votaciones generó, en los últimos días, un clima de conflicto entre quienes defendían al morenovallismo (a mí también me sorprende), y quienes hablaban del arribo de la 4ta transformación al estado poblano. Además, los múltiples retrasos para el inicio de la sesión y la pelea diplomática del magistrado Vargas, acompañada de la cátedra de más de dos horas de la magistrada Mónica Soto, subieron de nivel la intensidad de la pelea política, dejando, al final, una resolución criticada por muchos; fueron muchos días y horas de suspenso innecesario que, estoy seguro, acompañarán a la gobernadora electa durante todo su periodo.
Se dice por los entregados al morenovallismo que la ‘pesadilla poblana’ ha terminado, sin embargo, mi atento lector, evitando el pesimismo, se percibe todo lo contrario. La pelea entre panistas y morenistas apenas está iniciando, y esperemos no sea perjudicial para los poblanos. Martha Erika pide unidad a sabiendas de tener un Congreso del Estado totalmente en su contra, senadores que tachan su elección de fraude, ediles de los municipios más importantes del Estado que no aceptarán tan fácilmente seis años más de morenovallismo en Puebla, y miles de poblanos enardecidos por el resultado, todo esto acompañado de un ‘superdelegado’ que aún no sabemos cómo llevará las riendas de este nuevo cargo.
Todos piden lo mejor para los poblanos, pero también todos quieren lo mejor para su corriente política; para los panistas no será complicada la lucha interna, pues seguirán bajo el yugo de quien en los últimos ocho años ha dominado a su partido, pero para MORENA las cosas serán muy diferentes, pues con la caída de quien era el líder moral del movimiento en Puebla, Luis Miguel Barbosa, los perfiles ‘obradoristas’ se disputarán el control del partido guinda.
José Juan Espinosa, muy a su manera, buscará la forma de tomar las riendas morenistas, sin embargo, en el congreso tendrá a Gabriel Biestro, el más cercano a las primeras bases del partido. Por otro lado, se escucha a Manzanilla y su búsqueda de aliados nuevos en todo el territorio Poblano, muchas apuestas (además de la mía) mueven la balanza hacia el Senador Alejandro Armenta Mier como posible líder moral de Morena en Puebla para los próximos años, pues, además de predecir la (poderosa) comisión de Hacienda en el Senado, en todo el proceso fue quien más adeptos ganó para las filas de su partido, que hoy, con la resolución del TEPJF, está más unido que nunca.
Se da por inaugurada la temporada política más interesante de los últimos años, por fin escucharemos historias que parecieran sacadas de aquel libro de Stefan Zweig sobre Fouche y escenas clonadas de House of Cards. MORENA distará mucho de ser oposición por el gran control que tiene en el estado, por su parte, los chismes tuiteros hablan de Martha Erika Alonso como la primer gobernante de oposición en Puebla.
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En Texmelucan, la presidenta cambiará la navidad para febrero (sólo el buen texmeluquense entenderá).