Ni la alianza Por Puebla al Frente, aun actuando juntos, ni la pequeña fracción del PRI, podrán con la mayoría de Morena y sus aliados, a menos que ésta decida en serio no ejercer su poder aplastante, sino actuar civilizadamente y priorizar el diálogo, la negociación, los acuerdos entre las diversas fracciones, lo cual se ve difícil.

 

          Ya tienen en puerta un problema de grandes dimensiones. La fracción perredista se niega a reconocer la decisión del Instituto Estatal Electoral, de declarar a la candidata de Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso, gobernadora electa. Es algo que ya impugnaron ante el Tribunal Electoral federal y que esperan se resuelva a su favor el próximo mes de noviembre.

 

             La diputación federal poblana ya propuso un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados federal para solicitar al mencionado tribunal se evite, dicen, que se  consuma el fraude electoral en Puebla, es decir, el problema está escalando en importancia, incluso en las Cámaras de diputados y senadores.

 

             Si, como dicen algunos panistas, no hay pruebas suficientes para ello, podrá confirmarse la legalidad de la designación como gobernadora electa a doña Erika, pero si las pruebas presentadas resultan válidas hay la posibilidad de que se anulen las elecciones en lo referente a la votación de gobernador en Puebla y se convoque a nuevos comicios exclusivamente para elegir al titular del Poder Ejecutivo.

 

             Cualquiera que sea la decisión, significará conflicto permanente dentro del Poder Legislativo poblano.

 

             El coordinador de la bancada panista dentro del Congreso local será el doctor Marcelo García Almaguer, un hombre de todas las confianzas del ex gobernador Rafael Moreno Valle, que incluso ocupó la jefatura de información del comité nacional del PAN y aquí en Puebla fue el encargado de manejar la comunicación del gobierno estatal pasado.

 

             Gerardo Islas Maldonado, el único candidato del Panal que obtuvo el triunfo en Puebla como representante popular ante el Congreso del Estado, se ha unido a la alianza Por Puebla al Frente, por lo que participó en la conferencia de ayer donde fue presentada la agenda del grupo opositor más importante para trabajar en la próxima legislatura. Con Gerardo Islas termina una etapa en la política poblana, pues su partido, el de Nueva Alianza, perdió el registro al no alcanzar a nivel nacional el tres por ciento de la votación general, a fin de conservarlo.

 

             Entre los poquísimos diputados locales que tendrá el PRI en la legislatura local están Javier Casique, presidente estatal del PRI y doña Rocío García Olmedo, que fue secretaria general del mismo comité estatal hasta hace poco.

 

              Ambos van como diputados plurinominales, pues el PRI sólo obtuvo una diputación local por mayoría y fue la del distrito de Acatlán.

 

               Si usted pregunta qué va a pasar con el PRI en Puebla, que desde el 2010 quedó fuera del poder, ni los propios priistas le podrán contestar. Nadie sabe nada al respecto.

 

              Parece que aquí pasó lo que ha pasado en otras entidades donde el Revolucionario Institucional perdió el poder. Los otrora miembros del partido tricolor entran en fuerte depresión y les cuesta mucho trabajo superar el descalabro.

 

              Lo ocurrido en Puebla con el PRI es más grave, porque coincide con lo que a ese partido le ocurrió a nivel nacional, un derrumbe total que lo ha convertido en un partido minoritario en el Senado y en la Cámara de Diputados federal.

 

              Tanto a nivel federal como local han entrado a las cámaras priistas famosos, con experiencia, con presencia a nivel nacional y local, pero después del primero de julio parece que todos ellos se volvieron chiquitos.

 

              En Puebla perdieron la gubernatura, desaparecieron de la diputación federal, pues ninguno de los 16 representantes que el estado tiene en la llamada Cámara baja y ninguno de los representantes en el Senado es priista. También perdieron los principales municipios de la entidad, incluyendo el de la capital del estado.

 

              Debemos decir que todavía hay priistas que creen que su partido tiene salvación. Si ese milagro ocurriera sería porque el PRI se hubiera transformado en algo distinto al PRI que conocimos en los últimos 25 años, pero los priistas que quedan están aferrados al estilo de la tecnocracia tricolor, que fue la causante de la debacle.

 

              Desde aquí enviamos nuestro más sentido pésame al colega Javier Gutiérrez Téllez por el fallecimiento de su señor padre, don Ernesto Gutiérrez, quien murió en esta capital a los 99 años de edad.

 

              Fue llevado para darle cristiana sepultura a su pueblo natal, Tochtepec, acompañado de familiares y amigos. A todos ellos, nuestras sinceras condolencias.