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Viernes, 21 Septiembre 2018 03:01

La decisión será anular la elección, dicen

La decisión será anular la elección, dicen Escrito Por :   Gabriel Sánchez Andraca

Morenistas bien ubicados y por tanto bien informados, dicen que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación será anular la elección de gobernador en Puebla, debido a la gran cantidad de irregularidades que encontrarán en el recuento de los votos.


 

           Las irregularidades, según su dicho, son de ambos lados (Morena y PAN) pues los paquetes fueron ‘manoseados’ por mucha gente en los dos meses y medio en que estuvieron fuera de control.

 

           Las casillas fueron siete mil 500, según dijeron ayer voceros de Morena, en conferencia de prensa.

 

           Para quienes hablaron ayer ante los medios en dicha conferencia, en caso de repetirse el proceso, el candidato del Movimiento Regeneración Nacional volvería a ser Luis Miguel Barbosa, algo que muchos miembros de ese partido afirman no podría ser, debido a que si se repitiera el proceso con los mismos abanderados en conflicto, se obtendría el mismo resultado: el enfrentamiento, la inconformidad, la protesta.

 

            Anular el proceso y convocar a nuevas elecciones, pero con diferentes candidatos sería la solución, expresaron, y para ello tendrá que elegirse a un gobernador interino que ejerciera el poder durante los meses que duraría el periodo autorizado para la nueva elección. La designación del interino deberá ser hecha, de acuerdo con la ley, por el Congreso del Estado.

 

            Hay desorientación entre la ciudadanía y los políticos, porque en Puebla nunca había ocurrido una situación como la que ahora se presenta.

 

             Según un grupo de priistas que hablaba sobre el tema (todavía existen priistas en este mundo), la elección de gobernador de Puebla del pasado primero de julio no resiste un sencillo análisis de sentido común.

 

              Morena ganó con mucho, en Puebla, la elección de presidente de la República; ganó las dos senadurías de mayoría: 14 de las 15 diputaciones federales en juego; ganó, junto con sus aliados, la mayoría de los diputados locales y los principales municipios, el de esta capital y las cabeceras de los distritos de la entidad; entonces se preguntan: ¿cómo es que perdió la gubernatura?

 

               Es cierto que el licenciado y ex senador Barbosa no es precisamente simpático para muchos, incluso de su mismo partido, pero aun así no es creíble que la votación que favoreció a Morena en todo, no fuera favorable para el ex aspirante a gobernador.

 

              Dicen que los electores poblanos, en lo referente a la gubernatura, hicieron distinción de votos, es decir, que se volvieron ‘suizos’ por unos momentos, como si México, y concretamente Puebla, hubiera dejado de ser por instantes un pueblo que apenas está empezando a practicar la democracia, un pueblo que de pronto se volvió altamente civilizado y olvidó su analfabetismo real o funcional, que está cada vez más extendido y que, como si hubieran recibido una luz divina (como dicen que la recibieron los apóstoles para que a partir de analfabetos salieran predicadores del cristianismo), realizó la distinción necesaria para elegir a quien debería ejercer el Poder Ejecutivo en la entidad.

 

                Quienes eso opinan se olvidan de un antecedente ocurrido también aquí en Puebla, en las elecciones presidenciales de hace seis años. Los candidatos fueron Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, que competía por segunda vez como abanderado del PRD.

 

                  Bueno, pues la votación más elevada para la Presidencia de la República se la llevó Andrés Manuel López Obrador, según los datos oficiales; pero qué creen: las dos senadurías de mayoría se las llevó el PRI, con doña Blanca Alcalá y doña Lucero Saldaña como sus candidatas triunfadoras.

 

                  La senaduría de primera minoría se le asignó a Javier Lozano Alarcón del PAN y no al ex gobernador Manuel Bartlett, del PT, que con mucho, pero con mucho, era más conocido y popular que el señor Lozano, quien tenía en su haber la pérdida de una diputación federal de esta capital, con el mayor porcentaje en contra de todo el país, para un candidato priista -porque entonces era priista-.

 

                En su mayor parte, las diputaciones federales las ganó el PAN y parece que se dejaron cinco en manos de priistas. El PRD, que obtuvo una elevada votación para la Presidencia, no obtuvo ni una senaduría, ni una diputación federal, y sólo porque tuvo la protección del ‘Señor’ no perdió su registro.

 

              Como ve, en eso de hacer distingos a la hora de votar, Puebla tiene una gran experiencia, lo que demuestra su elevado sentido democrático, su gran espíritu cívico y su sensibilidad social y política.

 

               Los priistas de la nueva ola están felices porque obtuvieron como 80 municipios de los 217 que tiene la entidad. Lo que no dicen es que ganaron a la ‘chiquillada’. Los municipios más importantes: el de esta capital, Tehuacán, Huauchinango, Xicotepec, Teziutlán, Texmelucan, Izúcar de Matamoros, etc, los ganó Morena...

 

                Pero el PRI ganó los siete municipios con menos de mil habitantes que existen en la entidad; ganó los 12 que tienen menos de dos mil y los 20 con menos de tres mil, así como algunos de cinco mil para arriba.

 

               

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