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Jueves, 27 Septiembre 2018 02:57

Grupos cerrados y familiares acapararon puestos en el PRI

Grupos cerrados y familiares acapararon puestos en el PRI Escrito Por :   Gabriel Sánchez Andraca

¿Por qué no es regidor del PRI, partido en el que siempre había militado, y sí lo es de Morena? ¿Qué lo movió a cambiarse de partido? Preguntamos al doctor Joaquín Espidio Camarillo, a quien conocimos hace años como militante activo del Partido Revolucionario Institucional, y su respuesta es la que muchos priistas habrían dado a esa pregunta.


 

           “Porque en el PRI los militantes ya no teníamos oportunidad de avanzar, de obtener alguna candidatura para un puesto de elección popular. Para lograr ser candidato del PRI, a diputado federal, a diputado local, a presidente municipal o a regidor, deberías pertenecer a uno de los grupos cerrados que se habían formado dentro del partido o ser pariente o amigo muy cercano de algún priista de la cúpula.

 

            “Usted me conoce y sabe que además de mi profesión de médico (el doctor Espidio es jubilado del IMSS desde hace cuatro años) he sido político toda mi vida y eso me valió haber sido candidato suplente para algunos cargos de elección popular, sin haber llegado a propietario en ninguna ocasión y que ocupé alguna posición en la dirigencia municipal del partido y también algunos puestos dentro de la estructura de gobierno, pero siempre quise alguna candidatura para ser diputado o alguna otra posición de elección popular y el tiempo corre y vi que en el PRI ya no tenía ninguna posibilidad.

 

               “Eso fue lo que me movió a unirme a Morena, pues desde hacía tiempo me atraía la figura de López Obrador, su discurso y en general su proyecto político. Como dentro del PRI me parecieron los caminos cerrados para la militancia común, por muchos o pocos méritos que tuvieras, pues como que las candidaturas y las posiciones de relevancia dentro del partido parecían ya estar apartadas por los parientes y amigos de quienes decidían las cosas, pensé buscar otra opción y con la que me sentí identificado fue con la de Morena”.

 

                ¿Y no hubo problema para lograr la candidatura a regidor?

 

                 “No, ninguno. Expresé mis intenciones y fui tomado en cuenta de inmediato y mi nombre y mi trayectoria profesional y política fue expuesta en la reunión para integrar la planilla para el Ayuntamiento de Puebla y se aprobó mi candidatura sin mayor problema”.

 

                  ¿Y ya como regidor electo tiene algún proyecto en especial?

 

                   “Independientemente del proyecto de gobierno del Ayuntamiento, personalmente pienso estar siempre cercano a la gente, hacer trabajo de gestión, ayudar a resolver problemas de los vecinos de las colonias o barrios que más apoyo requieran, en fin servir a los ciudadanos con la mayor transparencia y con honestidad”.

 

                El doctor Espidio Camarillo es un hombre de 60 y más y piensa iniciar una nueva etapa de su existencia, ya como médico jubilado, sirviendo a los sectores que menos tienen desde una posición política, ahora regidor del Ayuntamiento de esta capital, pero seguramente habrá otras en el futuro.

 

              Con varios priistas que dejaron de serlo en la pasada elección, hemos platicado sobre el tema de su abandono a las filas del PRI y siempre la queja ha sido la misma: el no reconocimiento de los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional a los méritos de la militancia; el que se hubieran conformado grupos cerrados, y el que para la selección de candidatos, los dirigentes no tomaran en cuenta a las bases, pero sí a esos grupos y a los familiares y amigos cercanos de quienes en un momento dado decidían las cosas.

 

             Caro pagó el PRI su alejamiento de las bases de su partido. Nunca pensaron, porque los priistas de cúpula, embriagados de su poder, siempre creyeron que la militancia pobretona podría ser manejada como a ellos se les diera la gana, pues habían sido educados para callar y obedecer, y no se les ocurrió suponer que alguna vez se rebelarían y ahora pagan las consecuencias de su falta de sensibilidad política.

 

              Nos dicen que hay zonas donde el 80 por ciento de los candidatos a los diversos cargos de elección popular, que ganaron, tienen antecedentes de militancia priista.

 

              Pero también hay panistas en las filas de Morena. Alguien que conoce bien a los grupos políticos de la región de Tehuacán afirma que quienes manejan al partido Movimiento Regeneración Nacional, en esa zona, en su mayor parte fueron militantes del PAN morenovallista.

 

              La mezcolanza de políticos o seudopolíticos de diversas corrientes partidistas puede resultar problemática en el futuro inmediato, al partido de López Obrador.

 

              Al no haber unidad ideológica, al no existir un proyecto común, se pueden dar casos, como los que se han estado dando, que por el puro gusto de hacer declaraciones a la prensa, por el afán de protagonismo, se hagan declaraciones torpes que en nada ayudan al presidente electo o se actúe con absoluta falta de congruencia entre lo que se predica y lo que se hace.

 

              Aquí en Puebla, los del mismo partido Morena, que ganó el Ayuntamiento de esta capital, han atacado con declaraciones poco comedidas a la presidenta municipal electa, Claudia Rivera Vivanco, que ha resistido estoicamente esos ataques, pero que pueden ir minando poco a poco la unidad interna de ese partido.

 

              Pero muchos morenistas sufren el mismo mal que los priistas de cúpula que hundieron a su partido; subidos en el ‘ladrillo del poder’, se sienten a las puertas de la gloria y pierden la noción de la realidad.

 

                            

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