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Miércoles, 01 Agosto 2018 01:04

Dos pequeños homenajes: Montiel y Torreblanca

Dos pequeños homenajes: Montiel y Torreblanca Escrito Por :   Arturo Rueda

El Congreso local acertó notablemente con las designaciones de José Montiel Rodríguez como magistrado del TSJ y de María Esther Torreblanca como magistrada del Tribunal Contencioso Administrativo. Aquí explico por qué y resumo brevemente sus trayectorias.


 

Es sorprendente que en tiempos de canallas, el Congreso local haya realizado un homenaje a dos poblanos que, al designarlos como magistrados, premió el mérito antes que el amiguismo, algo notoriamente inusual. La designación de José Montiel Rodríguez como magistrado del Tribunal Superior de Justicia, y de María Esther Torreblanca como magistrada del Tribunal Administrativo son notorios aciertos que comento de forma sucinta.

 

De mi maestro José Montiel Rodríguez -hace muchos años fui su estudiante en la clase de Teoría del Estado en la Libre de Derecho- pueden decirse muchas cosas de una personalidad compleja: que si es pedante, arrogante, pesado y si se siente la última coca cola del desierto. Lo único que nunca se ha puesto en duda es su talento jurídico que, con probabilidad, lo hace el único jurista de Puebla, entendiendo la palabra jurista como teórico del Derecho.

 

Su talento jurídico fue precoz y desde muy joven fue designado juez civil, donde pese a las rotaciones y ascensos, otros compañeros de su generación llegaron más rápido a magistraturas y notarías antes que Montiel gracias a sus relaciones sociales. Ese talento precoz lo llevó a enfrentarse con las viejas guardias del TSJ, aunque el maestro Pacheco Pulido lo puso a resguardo de las envidias.

 

Con el advenimiento del morenovallismo, dejó el juzgado para irse a blandir la espada jurídica  de los conflictos políticos. Fue designado subsecretario con Piña Kurzcyn, y cuando este renuncio, se esperaba su designación como secretario de Servicios Legales, pero la dependencia fue borrada del organigrama y él pasó a convertirse en el cerebro jurídico del gobierno y de algunas de sus legislaciones más polémicas.

 

Como muchos en el gobierno morenovallista, fue tocado por el caso Chalchihuapan. Para evitar el desgaste de otras figuras, Moreno Valle lo colocó como el rostro visible ante la CNDH  y luego como el ejecutor de las disculpas que a nadie dejaron satisfechos. Sin embargo, aguantó vara en su doble papel de Consejero Jurídico y Subsecretario de SGG.

 

Llegado el momento de los premios, la entrega de notarías, no fue tomando en cuenta y al cambio de gobierno permaneció como subsecretario pero dejó la Consejería Jurídica. Prácticamente en la última oportunidad le llegó su designación como magistrado, quizá su más grande anhelo desde sus tiempos de juez.

 

Reafirmo: se trata sin duda del jurista por antonomasia de Puebla por su manejo teórico, mu alejado de perfiles engañabobos como Carlos Meza Viveros que hace tiempo se alejaron del Derecho para privilegiar las lides políticas.

 

Felicidades Pepe.

 

Respecto de María Esther Torreblanca, no hay abogado en Puebla que se dedique al derecho administrativo o fiscal  que no haya sido forjado por ella en más de treinta años de carrera, muchos de los cuales los pasó como Directora Jurídica de la secretaría de Finanzas donde año con año recibió pasantes y sacó abogados. Su lista de pupilos es interminable, y pese a su rudeza, todos hablan -hablamos- maravillas de ella.

 

Su nombre es leyenda por lo menos desde tiempos de Bartlett, y por sus manos han pasado los asuntos jurídicos más peliagudos del estado. Es un compendio de leyes fiscales anuales, leyes administrativas, jurisprudencias, pero aun así siempre tuvo tiempo para enseñar a los pasantes como redactar oficios y resoluciones.

 

Lo que menos tiene la maestra Torreblanca es personalidad política, ni mucho menos tiempo para grillas, pero secretarios fueron y vinieron y ella se mantuvo en el cargo. Basta decir que como titular del jurídico de SFA mandaba con cajas destempladas al entonces joven secretario Moreno Valle.

 

Como parte de esas escasa personalidad política siempre se pensó que nunca le llegaría unos de los premios mayores de la política, hasta que de rebote, con la salida de Gali de Ayuntamiento y la llegada de Banck, desembarcó en la sindicatura municipal, lo que se consideró un broche de oro a su longeva carrera jurídica.

 

Pero vida le preparó otra sorpresa: la creación del Tribunal Contencioso Administrativo y la ampliación de sus magistraturas le abrió la puerta para llegar al pináculo, ahora sí, de su carrera. Y además, en las materias que más domina con son Derecho Administrativo y Fiscal.

 

Felicidades, Maestra.

Felicidades a ambos.

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