Viernes, 26 de Abril del 2024
Jueves, 22 Febrero 2018 02:45

El cochinero de Rosario-Lastiri a cambio de un moche del 2 %

El cochinero de Rosario-Lastiri a cambio de un moche del 2 % Escrito Por :   Arturo Rueda

Un poderoso funcionario federal originario de Puebla se acercó al primer círculo de Alfonso Esparza, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para ofrecerle un “nego” fabuloso que, por si fuera poco, podría congraciarlo con el grupo de Osorio Chong. Como bonus, la BUAP podría tener más ingresos además de llevarse una jugosa comisión o moche


La historia circuló a finales del 2014 y comienzos de 2015, antes de las elecciones federales de ese año.

 

Un poderoso funcionario federal originario de Puebla se acercó al primer círculo de Alfonso Esparza, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para ofrecerle un “nego” fabuloso que, por si fuera poco, podría congraciarlo con el grupo de Osorio Chong. Como bonus, la BUAP podría tener más ingresos, además de llevarse una jugosa comisión o ‘moche’.

 

Intrigado por la posibilidad de conseguir más recursos para la Máxima Casa de Estudios, representantes de Esparza Ortiz escucharon el esquema ofrecido por el funcionario: firmar entre la BUAP y Sedeso un convenio de algunos cientos de millones de pesos cuyo objeto sería elaborar estudios en materia de pobreza en la entidad.

 

La Sedesol, dijo, transferiría alrededor de 400 millones de pesos a la BUAP mediante la firma de un convenio. Los académicos universitarios no tendrían que realizar la investigación pues la dependencia federal les facilitaría las carpetas entregables para justificar la erogación.

 

Alegres, con algo de ingenuidad, los funcionarios universitarios se entusiasmaron por la llegada de esos ingresos frescos no presupuestados. Pero entonces el funcionario federal les dijo que la BUAP no se quedaría con el dinero, sino que éste debería ser dispersado a través de las empresas que ellos les asignarían porque esto se hacía para “cochinito” de campaña de Osorio Chong y del propio funcionario federal.

 

— ¿Entonces, cuánto dinero se queda la universidad?— preguntaron perplejos.

 

—Pues para la BUAP nada, pero ustedes se pueden quedar con el 2 por ciento del monto total y si “la jefa” se ve generosa, pues hasta el 3 por ciento. Todo lo demás tiene “v de vuelta” y soltó su clásica risita serrana.

 

Es decir, este poblano ofrecía un ‘moche’ de ocho a 12 millones de pesos a cambio de participar en lo que ahora se conoce como La Estafa Maestra: los desvíos millonarios en la gestión de Rosario Robles que iniciaron en la Sedesol cuando fue titular y luego con el mismo modus operandi, se trasladaron a la Sedatu cuando ella y su equipo se movieron a esa dependencia.

 

Por supuesto que los representantes de Alfonso Esparza rechazaron la oferta “suculenta” del funcionario federal y no pusieron en riesgo a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por un ‘moche’ de 2 por ciento, que de otra forma hoy sería escarnio junto a las instituciones de educación superior y organismos estatales que sí aceptaron formar parte de La Estafa Maestra de Rosario Robles.

 

Esa herencia de Robles y sus compinches, lo comentamos, impacta directo a la campaña presidencial de Pepe Meade que cuando no sufre un escándalo sufre otro. Y que como lo denunciaron diputados y senadores, podrá ser muy honesto, pero es culpable por omisión.

 

De acuerdo con la ASF, los desvíos de Robles Berlanga y Lastiri Quirós en la Sedesol –entre 2014 y 2015– se hicieron a través de la firma de contratos de colaboración con Radio y Televisión de Hidalgo; mientras que el realizado en la Sedatu se dio mediante contratos firmados con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social a mediados del 2015.

 

Ya se vio que el “nego” era riesgosísimo si leemos las auditorias aplicadas por la ASF que ahora tienen a Rosario y a Lastiri en el ‘ojo del huracán’: precisamente el director de Radio y Televisión de Hidalgo prefirió confesar. Y todo coincide con la historia que se contó en 2014 de cómo quisieron involucrar a la BUAP en sus ‘marranadas’: los funcionarios dieron por anticipados los entregables, les dieron las empresas a dispersar, el organismo no se quedó con los recursos. Sólo falta saber si ese funcionario cobró el ‘moche’ del 2 por ciento.

 

Toda la trama al descubierto. Mismo modus operandi en Sedesol y en Sedatu. Lo único que falta es ver a quiénes se llevó Rosario Robles de una dependencia a otra. Un nombre salta a la cabeza: Lastiri.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

comments powered by Disqus