Si el Partido Verde no acompaña al tricolor en la pelea por Casa Puebla y postula a Juan Carlos Natale como su candidato a gobernador, la culpa no es de ni de Los Pinos, ni de Moreno Valle ni de nadie más que de Jorge Estefan Chidiac, quien ha bloqueado la petición de la dirigencia nacional Verde para sumarse a la coalición: la primera fórmula de la candidatura al Senado.
Estefan Chidiac ni siquiera pretende sentarse a negociar porque tal petición atenta contra sus intereses personalísimos: el dirigente tricolor ha escriturado a su nombre esa primera fórmula y ha convencido al CEN tricolor de no dialogar porque, en sus encuestas el PVEM no vale ni 2 por ciento. Las aspiraciones del diputado federal sabotean la posibilidad de competir.
Pero la dirigencia local del Verde, así como lo jerarcas nacionales Jorge Emilio González, Carlos Puente y Arturo Escobar tienen otros datos: según sus propios números, la marca puede aportar entre 4 y 8 puntos porcentuales, por lo que si Estefan no quiere negociar, lo mejor es ir en solitario para acceder a más posiciones.
De esa forma, el Verde echó a andar su Plan B: preparar un candidato a gobernador en Juan Carlos Natale pues es el mejor posicionado en las mediciones realizadas junto a otros potenciales candidatos.
Las fuentes consultadas refieren que en los resultados de las encuestas en el mejor de los casos podrían alcanzar hasta 8 puntos porcentuales de votación y en el peor de los casos un piso de 4 por ciento.
Así, además, tienen posibilidades reales de obtener un mayor número de alcaldías que las que les ofrece el PRI y hasta meter tres diputados por la vía plurinominal, así como tener un número importante de regidores en casi todo el estado.
Los dirigentes nacionales del PVEM tienen dos lógicas impecables para elevar el costo de su marca en una eventual coalición con el PRI para disputarle Casa Puebla al morenovallismo.
Una, que la plaza poblana de entrada luce perdida, pues además de no contar con el Panal en la alianza local, el nulo trabajo político de la dirigencia estatal del PRI para contener a sus cuadros amenaza con convertirse en una catástrofe y ya no poder pelear el tan ansiado segundo lugar al que aspiran en Puebla, principalmente el líder tricolor, Jorge Estefan.
Bajo este panorama se tomó la decisión de que si el tricolor no cede y abre más espacios al PVEM, la mejor opción es ir solos y buscar alcanzar por lo menos una votación de 5 por ciento.
La segunda es que teniendo un candidato tan gris como José Antonio Meade, el PVEM a nivel nacional sabe que tiene un negro panorama y que la votación que obtengan podría ser tan pobre que la mayoría de sus cuadros no lleguen a las Cámaras del Congreso de la Unión.
Aunque lleva mano en la designación de las fórmulas para definir a los candidatos al Senado de la República en la coalición con el PRI y Panal a nivel nacional en los estados de Campeche, Colima, Oaxaca y Chiapas, sólo en este último estado tienen posibilidades de ganar por la operación del gobernador Velasco.
Es por ello que Puebla se convirtió en una zona donde pueden recuperar los espacios que se perderán. Tienen claro que con una buena campaña, el tan peleado segundo lugar en la elección sí se podría alcanzar.
Pero lo más importante, los líderes nacionales del Verde saben y les queda claro que si ellos no acompañan al PRI los “2 puntitos que representan” –según Jorge Estefan– llevarían al tricolor a obtener la peor votación de su historia pues no habría forma de esconder la marca, esa que tanto rechazo provoca entre los mexicanos y los poblanos no son la excepción.
Así que con los resultados de las encuestas en mano, con la posibilidad real de obtener mejores resultados y sobre todo con la idea de que son más que necesarios para el PRI, la dirigencia del PVEM se apresta a hacer su mejor negociación del país en Puebla, de modo que no se sorprenda si llevan mano en las alcaldías y diputaciones locales, además de un buen número de diputaciones federales. Esa es la verdadera negociación, espacios de poder y donde haya dinero.